Este verano es para llevar vestidos de mezclilla, la combinación entre lo mejor de los dos mundos con la frescura del vestido y el aire casual pero moderno del denim. De esta forma, podremos reinventar nuestros looks sin salirnos demasiado de la zona de confort.
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Tal como indica Vogue, ya habían sido furor a principios de los 2000 y regresan con fuerza para cada una de nuestras presentaciones, ya sea en esos looks de oficina o de citas con las amigas, gracias a la variedad de prendas disponibles en el mercado “con acabados elegantes y cortes definidos, comenzaron a crear combinaciones interesantes y discretas”, apuntan.
Ideas de looks para llevar vestidos de mezclilla
Si te interesa sumarte a esta corriente, lo más importante que debes saber es que no hay reglas a la hora de combinar porque todo es permitido gracias a la máxima versatilidad que distingue a esta prenda.
En su versión más clásica son más sofisticados para eventos nocturnos o compromisos formales. Si quieres que tengan un toque vistoso, escoge “que sea un diseño con mangas englobadas o cortes atractivos que permitan destacar la silueta e ir al son de las tendencias”, recomienda la misma fuente.
“Como estamos en un espacio donde la discreción es la mejor herramienta estilística, sugerimos que ese vestido cumpla con algunas reglas: primero, que la tonalidad sea neutra, sin desgastes profundos o bordados llamativos. Segundo, que el largo sea apropiado para cualquier edad, la mejor opción es a las rodillas o de corte midi”, son otros de los consejos de los expertos.
Los maxivestidos de mezclilla también están permitidos, pero trata de que vayan acorde a tu estatura para no recortarte centímetros visualmente. Elige aquellos midi y de aberturas que le aportan mayor fluidez al look, ya que sabemos que puede ser una tela pesada.
