El rostro no es lo único que se cuida a partir de los 20 años para protegernos del paso del tiempo, sino también la piel de cuello y escote. Ella es muy sensible al igual que el cutis, por lo que merece que la tratemos con amabilidad y atención, aplicando los productos correctos y sobre todo, alejándola de demasiada exposición solar.
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De hecho, desde Vogue apuntan que la piel de estas zonas acusa primero el paso de los años y los maltratos a los que la sometemos, haciendo visibles con mayor facilidad la flacidez, manchas, tono desigual, arrugas…
¿Cómo se cuida la piel de cuello y escote?
Pues aunque pareciera que necesitaremos hacer un esfuerzo adicional demasiado grande, en realidad con gestos sencillos como extender nuestra crema hidratante por las noches y por el día hacia esas zonas ya estamos contribuyendo bastante a su preservación.
“El cuello tiene unas características diferentes a la cara. Es una piel más fina que no tiene tantos soportes a nivel óseo, graso y muscular –está sometido a la fuerza de la gravedad y al descolgamiento facial que cae sobre él–, por lo que los signos del envejecimiento son muy visibles”, asegura la experta, Mar Mira, al citado medio.
Por esta razón, es importante ir más despacio en la aplicación de los cosméticos, hacerlo con delicadeza y aprovechar para hacerlo mediante masajes suaves.
“Aplica la crema y haz un masaje con las yemas de los dedos, con movimientos que vayan de la barbilla al escote y, también, del centro del cuello hacia la nuca”, apuntan que es la manera indicada.
Si quieres ser más consciente sobre cómo se cuida la piel de cuello y escote, los ingredientes más recomendados para las cremas de esta zona son el ácido hialurónico, niacinamida, péptidos, karité, rosa mosqueta.
“Un cuidado cosmético adecuado centrándonos en la hidratación, el estímulo de colágeno, la protección solar y masajes específicos de cuello desde edades tempranas siempre nos va a ayudar a controlar y prevenir”, dicen, recomendado también otros tratamientos estéticos más avanzados.