Las habilidades de Kika Lindberg llegaron a un nuevo nivel, y es que la influencer experta en tejido, pensó en aquella frase que dice “Si quieres que algo salga bien, hazlo tú mismo”, sorprendiendo al público con un trabajo tan hermoso que quedarás sorprendida.
Originaria de Helsinki, Finlandia, Verónika Kika Lindberg, decidió hacerse un regalo a sí misma con un vestido tejido completamente por ella, en el que tardó más de 200 horas para su producción. De esta manera mostró su gran habilidad para el tejido y además, le añadió un nuevo significado al vestido de novia.
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Un vestido que incluye en él dedicación, amor y mucho tiempo, sobre todo el tiempo, pues es una de las cosas que nunca vuelven, por lo que pasar tantas horas elaborando esta pieza es digno de admiración y muchos aplausos.
¿Quién es Verónika Lindberg?
La influencer acumula más de 148 seguidores en su cuenta de Instagram, ahí comparte una serie de fotografías bastante creativas que engloban en ellas una vibra otoñal.
En su cuenta comparte su hobby favorito que es el tejido y también ofrece consejos sobre esta actividad, por lo que verás más creaciones de ella en cada uno de sus posts, donde muestra más de sus habilidades para crear prendas como crop tops, blusas, y suéteres de punto.
También cuenta con un libro publicado, enfocado en el tejido, titulado Knit This! que contiene algunas actividades con proyectos para principiantes y expertos, donde podrán aprender más sobre este arte.
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50 días antes de su boda se retó a sí misma a tejer su vestido
El reto comenzó el 22 de julio, justo a 50 días de su boda, fue cuando había adelantado a sus seguidores que quizá ese sería uno de sus proyectos más ambiciosos y complicados por los que habría pasado.
Su plan lo explicó a través de su canal de Youtube mencionando que comenzaría con la parte frontal del top, después seguiría con la espalda, cintura y dejaría para el final la falda.
Aunque no todo es miel sobre hojuelas, y somos humanos, por lo que Lindberg experimentó momentos en los que la frustración le ganaba, pues faltaban algunos detalles y sentía que los tiempos poco a poco se iban cerrando.
Respecto al diseño del vestido, la historia es bastante interesante, pues además de demostrar su gran habilidad para el tejido, mencionó que tomó inspiración de un diseño que había visto en una pasarela de Dior y que combinaba perfectamente con el estilo campirano que tendría su boda.
Verónika Lindberg se casó el 10 de septiembre con ese vestido terminado, al que solo le agregó un fondo blanco, de manera que le ayudara a ocultar su ropa interior e impidiera que se transparentara todo.
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Vivió durante un tiempo en Estocolmo, y posteriormente, en 2020, la influencer regresó a su país natal donde vive con su actual pareja y dos gatos.