La que diga que entre 2015 y 2020 no probó los tintes de cabello ombré está mintiendo, y es que durante esa época fue la tendencia más llevada en coloraciones, sin importar las tonalidades o los tipos de pelo.
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Sin embargo, en los últimos años había perdido fuerza en relación a otras corrientes estilísticas, que hoy, vuelven a quedar relegadas respecto a estos coquetos difuminados que resucitaron con mucha fuerza.
Según los expertos de Vogue, la razón está en que “esta técnica tiene la ventaja de un resultado natural siempre que el aclarado se haga de forma degradada, añadiendo un sutil toque de ligereza al color de cabello”.
Es decir que, la mejor manera de triunfar bajo esta premisa, es escoger un tinte que se asemeje a la base y a partir de ahí comenzar a aclarar de forma sutil, porque la raíz permanecerá oscura y las mechas se van aclarando poco a poco hasta las puntas para conseguir un degradado progresivo.
No obstante, esto no es una regla sine qua non. El contraste puede ser tan marcado, atrevido y extravagante como desees, porque debe reflejar tu personalidad y siempre le va a inyectar novedad y brillo a tu melena.
Los tintes de cabello con efecto ombré ya contagiaron a celebridades como Kendall Jenner, Blake Lively, Cara Delevingne y Vanessa Hudgens, que regresaron a él recientemente
Por eso, nos inspiran a apostar por esta tendencia de moda y revivir el ombré sin temor alguno. Los especialistas aseveran que las tonalidades recomendadas según la primavera-verano 2022 son el rubio espiga, el coral blonde, castaño claro, rubio platino, el caramelo y el dorado tostado.
Todos ellos gracias a su matices, le viene perfecto a morenas y claras por igual, por lo que no tendrás pretexto para no darle una oportunidad y probar algo nuevo.