Apenas marca el calendario la entrada de la primavera, dentro de las mujeres suena un «¡Ay no!». Esto, porque saben que pronto llegará el verano con sus planes de piscinas, playas y poca ropa que deja ver las partes que menos nos gustan de nuestro cuerpo. Comienza la operación bikini para alcanzar un ideal.
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Creemos que si hacemos los retos de cientas de repeticiones de sentadillas, la dieta con nulos carbohidratos y pare de contar, llegaremos «perfectas» a esa determinada fecha y disfrutaremos, felices y realizadas, de nuestro «cuerpo de verano». Pero no más.
La ‘operación bikini’ no es necesaria para sentirte bien
No hay que satinizar a las que deciden emprender cuidados a sí mismas para verse bien y por consiguiente, disfrutar de una mejor relación con sus cuerpos, sin embargo, esta no es la solución para tener un autoestima de acero y alejarnos de conductas que nos pongan en riesgo.
El cambio básicamente comienza desde dentro. De romper creencias, impuestas por la sociedad, que nos piden que nos parezcamos a un determinado estereotipo ¡como si hubiese un solo molde para la belleza!
Cuando le creemos a esos que nos piden lucir de determinada manera y hacer lo que sea dentro de la operación bikini, nos alejamos de un autocuidado sano y nos arrastran a frustraciones, sufrimientos o incluso, trastornos alimenticios.
La celulitis, estrías, kilos de más o flacidez no son ‘imperfecciones’. Son partes normales de cualquier cuerpo y no debemos darle más importancia por encima de cosas que realmente sí merecen esa atención o preocupación.
Como explica la actriz Lena Dunham, citada en un reportaje de Telva, «cuando eres delgada -no importa la razón- hay una especie de guiño inherente de felicitación que viene de ser capaz de encajar en las muestras de la pasarela y lucir en el papel de una estrella de Hollywood».
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Por eso, nos afanamos en encajar en esas referencias irreales, agobiadas por un mundo en donde la apariencia física tiene mucho peso y es superficial.
«Es la cultura del continuo pensamiento de juicio donde, además, otorgamos la potestad sobre nuestro cuerpo e identidad a la masa en lugar de a nosotras mismas», agrega la fuente.
Por eso, este verano, en vez de la ‘operación bikini’, pongamos en marcha la operación normalizar los cuerpos reales.
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