Tener una piel de porcelana a los 40 años es más fácil de lo que se cree y el secreto no solo radica en los cuidados preventivos de décadas previas sino también en la hieloterapia, algo que cualquiera puede hacer desde el hogar.
Como su nombre da a inferir, consiste en utilizar cubos de hielo como cosmético, envueltos en paños, y hacer masajes diarios sobre el cutis para prevenir las arrugas, atenuar las manchas, hacerlo más resplandeciente y joven.
Beneficios de la hieloterapia en el rostro
Si todavía eres escéptica al respecto, sus buenos resultados te convencerán con el pasar de los días. De acuerdo con el portal Mejor con salud, esta práctica constante hidrata, tonifica y evita la aparición de arrugas, por lo que fácilmente se puede comenzar con ello a cualquier edad.
Otros de los grandes aspectos que lo vuelve uno de los trucos favoritos de las cosmiatras es que estimula la circulación sanguínea, limpia los poros y elimina toxinas, desinflama, combate las ojeras, trata las rojeces y disminuye las bolsas en los ojos.
Lo que debes saber antes de llevar a cabo tu sesión de hieloterapia
Sin embargo, como con todo lo que se aplica en el rostro, hay que ser muy cautelosos. En primer lugar, siempre debes iniciar este tratamiento con el rostro limpio y libre de maquillaje.
Jamás hagas uso de la hieloterapia sin cubrir los cubos con un paño suave de algodón o una tela porque si lo aplicas directamente, los resultados serán adversos.
Frótalo suavemente por diferentes áreas de la cara, con ligeros movimientos circulares, pero sostenlo por uno o dos minutos en las zonas que desees reafirmar de forma especial. Al finalizar, utiliza un tónico facil y procede con tu hidratante.
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