Este miércoles se llevó a cabo la toma de posesión de Joe Biden como 46 presidente de los Estados Unidos en una ceremonia que estuvo por todo lo alto, pero sin multitudes por la pandemia de la covid-19. Aún así, captó la atención de los medios de todo el mundo.
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Sin embargo, las miradas estaban puestas también en el estilismo que eligieron los protagonistas (sobre todo las mujeres), y los mensajes no verbales y políticos que han transmitido en este día tan importante.
Azul como homenaje a la bandera de EE.UU. y al Partido Demócrata, y como color que procura confianza y estabilidad, fue el elegido por la nueva primera dama y el púrpura como calma y creatividad por la primera mujer vicepresidenta del país para el acto celebrado en Washington.
Por su parte, Michelle Obama, ha sido la más aplaudida en redes sociales, por el impresionante conjunto de jersey de cuello alto y pantalón morado burgundy, en tono morado que está asociado a la nobleza y la realeza.
Además Lady Gaga brilló con su estilo. Vestida con un traje de falda quilométrica y lleno de simbolismos, la estadounidense entonó el himno nacional en la histórica ceremonia.
Hicimos un análisis con la experta en moda Luz Lancheros a los looks de estas mujeres, los mensajes y estilismo que querían transmitir.
«Kamala Harris, ya mostraba desde su papel en la vida pública, que iba en contravía de todo lo que otras mujeres en cargos similares -y a través de la historia- solían mostrar. De hecho, Harris supo leer los tiempos actuales, al mostrar funcionalidad y un toque de feminidad, al mismo tiempo, en el ejercicio de su cargo y su representación. Por ejemplo, cuando la vimos atender la emergencia de los incendios de California el año pasado junto al gobernador Newsom, iba en un atuendo que usan muchísimas mujeres que no tienen tiempo para los deleites de la moda y quizás eso también se reflejó en la portada de Vogue. Sin embargo, la elección de los colores y piezas -y sobre todo quién la hace- ha sido cuidadosa y simbólica. Para el día de la elección la vimos con el ‘pussy bow’, símbolo de la lucha feminista, así como con el color blanco de las sufragistas. El diseño era de Carolina Herrera. En el acto conmemorativo por las víctimas del coronavirus tenía un abrigo de Pyer Moss, cuya cabeza es Kerby Jean- Raymond, activista contra el racismo, sobre todo en la industria. Y hoy la vimos con un color que se ha identificado también con la lucha feminista, el morado. Con una marca también de un diseñador afroamericano y emergente, Christopher John Rogers», explica la experta.
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Ahora bien, en el terreno de las primeras damas, Jill Biden sigue la tradición que dejó Michelle Obama en sus ocho años en el cargo: visibilizar a talentos nuevos de diversas procedencias. Obama, muy a su estilo, lo hizo con un imponente look de Sergio Hudson, diseñador afroamericano con cuya marca la ex primera dama también ha estado en varios eventos. Jill Biden marca simbólicamente el comienzo del mandato al retomar esta costumbre: «Si bien durante su carrera pública se ha enfocado más en su carrera y sus logros laborales y sabía qué papel ocupaba de manera simbólica y representativa al lado de Michelle Obama, la Dra. Biden también puede convertirse, en estos cuatro años, en una continuadora un poco más sutil que su antecesora de esta tradición. Escogió un abrigo que ante algunos efectos de luz recuerda ese azul demócrata que usaron primeras damas como Rosalynn Carter, por ejemplo. Y de una marca que promueve las prácticas sostenibles, como Markarian. Asimismo, también, para el acto de conmemoración de las víctimas del COVID se decantó por Jonathan Cohen, diseñador mexico-americano, que muestra un claro compromiso con la unidad e integración racial en un país tan dividido. Y por supuesto, el presidente y el segundo caballero, Douglas Emhoff, iban de Ralph Lauren, la marca que ostenta la esencia estadounidense por excelencia», explica Lancheros.
Por otro lado, Lancheros destaca los atuendos de Lady Gaga y Jennifer López. Cada uno con significados y contextos distintos: «Lady Gaga ya es una estrella que en 11 años de carrera sabe cómo reinterpretar su personalidad para un acto así. Lo hace a través de una marca que representa bien ese surrealismo al que tanto le apuesta, Schiaparelli, con los colores azules y rojos, tan históricos y divididos actualmente en ese país, unidos. También hay que fijarse en el broche de pájaro, que emula la libertad. En el caso de López, homenajea al sufragismo, cuyo color es el blanco y también lo hace con el pussy bow», explica.
Melania Trump, de claro a oscuro
«Fueron claras las intenciones de Melania con ese atuendo. Un color de luto, para marcar distancia absoluta con el cambio, para mostrar un sentimiento ante el mandato que se va. Y en marcas que no son estadounidenses, que han sido su sello distintivo y que por su precio (un Birkin así cuesta decenas de miles de dólares) siempre ha creado una burbuja, una armadura que la ha distinguido. Es muy distinto ahora verla con el caftán en Florida. Grita ‘libertad’ por todos lados», explica Lancheros, ante el muy criticado atuendo de una de las primeras damas más polémicas hasta ahora.
