Para tener una piel saludable es necesario que, de vez en cuando, apliquemos una exfoliación que remueva las células muertas y permita la regeneración de piel, de modo que tu cutis se vea reluciente. Sin embargo, no es recomendable usar exfoliantes de azúcar para cumplir este procedimiento.
De hecho, no debemos usar ningún tipo de exfoliantes físicos para la piel de nuestro rostro. Estos contienen pequeños gránulos que son demasiado abrasivos para la piel.
Cómo sustituimos los exfoliantes de azúcar
Cuando usamos este tipo de exfoliantes, la piel sufre pequeñas microlesiones, la mayoría de las veces imperceptibles, pero que, a largo plazo resultan dañinos para la salud del cutis.
El azúcar, el café y la sal sirven como exfoliantes para el cuerpo cuando lo combinamos con algún producto hidratante como el aceite de oliva.
En el caso del rostro, la mejor opción será optar por un exfoliante químico. Estos contienen componentes activos como el ácido glicólico o láctico, que limpian a profundidad el poro sin tener que ejercer un movimiento mecánico agresivo como en el caso de los gránulos.
Existen dos tipos de exfoliantes químicos, los AHA, que funcionan para pieles normales, mientras que también están los BHA, ideales para aquellas personas con pieles sensibles y con marcas por el acné.
Por lo general, estos pueden aplicarse de 1 a 3 veces por semana dependiendo del tipo de piel y componentes.
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