Moda y Belleza

Rihanna y Fenty: ¿Por qué algunas marcas de famosos triunfan y otras no?

¿Qué es lo que aporta un famoso más allá de su celebridad?

Actualmente, el mercado está plagado de ofertas de colaboraciones con celebridades o de sus propias marcas. Uno puede comprar los zapatos de David Bowie con Vans, los Adidas con Pharrell o Childish Gambino, o en el terreno beauty, la línea Kardashian o sus colaboraciones con MAC. Y si se habla de marcas propias de celebridades, es un universo tan amplio como el País de las Maravillas:  desde los bolsos y accesorios de Paris Hilton, hasta propuestas mucho más serias, como las de las gemelas Olsen con The Row y la de Rihanna, la única celebridad que se pasó de la música a la moda por completo y a la que el conglomerado LVMH apoyó para lanzar su propia marca de lujo, Maison Fenty, con 30 millones de euros.

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Se entiende de Rihanna: por años ha sido una trendsetter e investigadora de la moda, siendo musa de marcas y figura de las red carpet. También mostrando talentos y encarnando lo que será el futuro a través de lo que representa la época, irónicamente. Sus dos marcas de belleza  y lencería (Fenty Beauty y Savage x Fenty) han sabido, como ella, interpretar sus tiempos. Ha enarbolado la diversidad como bandera (lo que se ve también con su nueva colección) y esto le ha representado a la cantante aproximadamente más de 568 mil dólares en su primer año. Todo lo que usa se vende de inmediato, pero ella ha tenido un diferencial. ¿Se podría decir lo mismo de las marcas de otras celebridades, tan apetecidas en esta era de presumir en Instagram?

Desastres totales y desastres espectaculares

En el mundo de la Moda x Celebridades hay algunos buenos intentos que no se afianzaron lo suficiente, como L.A.M.B de Gwen Stefani. Y desastres absolutos, como las líneas fallidas de Miley Cyrus x Max Azria, la de Kevin Federline (sí, el ex de Britney Spears), la de David Hasselhoff, Amanda Bynes e incluso la de las Kardashian pre-Kanye, “Kardashian Kollection”, que murió en 2015. Y de colecciones controversiales, de aquellas que son un éxito como las líneas Yeezy de Kanye West, que ha llegado a valer un billón de dólares, según la CNBC, pero que dividen a quienes interactúan con la moda.

¿Qué hace que una línea de un famoso no salga adelante y otra sí? Quizás la manera en cómo entienden la industria y lo que necesita, tanto como la de un creador anónimo en estos días. Y la de Rihanna se ha probado durante años, quizás no a la manera de West, pero sí con cifras y con lo que ella misma representa. “Es la primera vez en más de 30 años que LVMH contrata a una mujer, celebridad, que decide lanzar una marca desde cero. Eso no pasaba desde Christian Lacroix. Rihanna sí se cultivó, trabaja en esto y muestra que es en serio: se involucró con la industria yendo a desfiles, probándose la ropa y lo hizo de una forma distinta”, explica a Metro el analista de moda y cultura pop Gerard Cortez.

Ahora solo falta saber si esto impresionará a los internautas ávidos del espectáculo visual a los que la cantante les tiene acostumbrados.

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Py R

Gerard Cortez, analista de moda

¿Por qué crees que un conglomerado como LVMH invierte en una marca de una estrella pop como Rihanna? ¿Qué es lo que ella tiene de especial para que esto suceda?

–Rihanna, aunque sea mercadeable, no es definida por ello, ya que ella se creó dentro del mundo de la moda. Ella no era la típica popstar que se ponía lo que estaba de moda, ya que  ella comenzó a experimentar con piezas de pasarela que nadie se había puesto antes. Tanto así, que se creó un meme: “Es feo hasta que Rihanna decide que no lo es”. Muy inteligentemente comenzó a probarnos como en un estudio de márketing. Usaba algo que sabía que podría causar controversia, pero quería probar algo. Lo hizo con varias marcas y diseños. Vio cómo el mercado se movía a su alrededor. Investigó y generó su propio estilo. Y, a través del ensayo y error, con sus propias marcas y lo que hizo con Puma, por ejemplo, siguió probando. Por otro lado, si no fuera una celebridad honesta, diría que es pura estrategia para vender. No creo que sea así. Por otro lado, el público sabe cuando una celebridad solo quiere vender y a su vez, ya hemos crecido bastante en la industria de la moda y vemos que no es solo el diseñador. Es lo que representa en la industria, más su equipo, porque una marca no es solo quien la lleva, también es importante su relación con la moda. Rihanna cumple con esto a cabalidad.

Pero hay una enorme diferencia, también, en lo que hacen ella, Kanye West y Victoria Beckham, que han impactado con sus marcas.

 

–Es que ahora sí se hace de forma inteligente. Cuando llamas a alguien como Lindsay Lohan o Kanye West, sí, venden mucho, pero no les crees. No sientes que sean honestos con lo que hacen, que hayan analizado, estudiado o pasado  tiempo tratando de ser respetados en el mundo de la moda. Sientes que su privilegio es el único valor de su marca y la verdad, siento que eso pasa con Kanye West. Solo tiene esto y a su familia política, que vende todo lo que anuncia con millones de seguidores. Él puede hacer lo que quiera y todo se va a vender, porque tiene a las Kardashian–Jenner alrededor. Con Rihanna usaron la misma estrategia, pero teniendo en cuenta que ella tiene credibilidad. Con Kanye ves colecciones que giran alrededor suyo, de lo que él cree que es el estilo. Entonces, no vemos a alguien diseñando para la gente, sino a alguien que quiere que todos luzcan como él. Y pasa también con Kim Kardashian, que es una generadora de tendencias. Pero lo hace a partir de ella, no a partir del público. Con Rihanna siento, en cambio, que esta colección es de piezas básicas: no hay nada novedoso para mí. Pero es ella diciéndole al mundo lo que aprendió de la industria. Que la gente necesita piezas para todos los cuerpos, versátiles y funcionales.

“La clave es que Rihanna (al igual que Victoria Beckham) se preocupó más por la marca que por su celebridad y eso la hace exitosa”

Con Victoria Beckham pasó lo mismo: ella se preocupó por crear una marca que todos quisieran tener y que no girara alrededor de su ego y fama. Ella decidió codearse con diseñadores, estudiar el tema y en su primera colección mostró cómo estaban hechos sus looks y lo que los hacían diferentes. Se preocupó más por la marca más que por ella. Y siento que esa es la clave.

Otras respetadas marcas creadas por famosas

 

The Row (Mary-Kate y Ashley Olsen)

Involucradas con varias líneas desde pequeñas, condensaron su marca lejos de lo que representaron y ahora enarbolan: un estilo minimalista pulido, donde priman los colores primarios y donde predominan el chic del negro y las siluetas oversized y simples. No se les tomó en serio al lanzar su marca en 2006, pero seis años después ganaban el premio del CFDA como Mejores Diseñadoras Femeninas y el año pasado lo hicieron en categoría de Accesorios. Tienen su ropa en 37 países y han comercializado en portales tan importantes como en Net- A- Porter. El año pasado lanzaron su propia línea masculina.

 

Victoria Beckham

La lanzó en 2008 y tiene las claves del estilo de la ahora diseñadora: piezas versátiles, pero elegantes, con siluetas minimalistas e hiperfemeninas, en un tono bastante clásico. La diseñadora ya tiene 400 tiendas en 50 países y tiene su última flasgship en Hong Kong. Victoria ya ganó dos British Fashion Awards, por Mejor Marca de Diseño y Marca del Año. La marca ha tenido colaboraciones con Esteé Lauder, Rebook, y debutó el año pasado en la Semana de la Moda de Londres.

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