Cuando tenía 16 años, Laura Aguilar (23) quería hacerse su primer tatuaje. De niña le gustó dibujar, así que ella misma llevó el diseño de lo que quería a un artista que le pareció de confianza. Él le dijo que su diseño no era viable tal cual como ella quería, porque había cosas en el papel que no funcionaban en el tatuaje. Laura confió en su criterio.
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Hoy, con una prometedora carrera en el mundo de los tatuajes, comprobó por sí misma que su diseño era posible, porque es precisamente lo que ella realiza: “Simplemente a él no le gustaba lo que había visto en el papel y quería modificarlo, porque creía que no se iba a ver bien”.
A su corta edad, la mexicana ya ha recorrido gran parte del globo haciendo su trabajo, tiene más de 338 mil seguidores en Instagram y su estilo es muy reconocido. La artista estuvo en Santiago de Chile para la Cómic Ink de este año y, además, hizo espacio en su agenda para tatuar. ¡Se completaron en pocas horas!
En Nueva Mujer conversamos con Laura sobre su trabajo, su corta (pero intensa) carrera, ser mujer en esta industria y de sus mayores inspiraciones.
¡En tres años has hecho mucho!
Realmente he tenido muchas oportunidades y creo que, el que haya avanzado, también es porque las supe aprovechar. Puede ser que me hayan llegado las ofertas y yo por falta de confianza pude haber dicho: “No, es que no estoy preparada”. La realidad es que con todas las oportunidades que he tenido, nunca he estado preparada. Simplemente doy lo mejor que puedo, las aprovecho y ya.
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¿Por qué te empezó a llamar la atención el mundo del tatuaje?
A mí desde muy pequeña me llamaban la atención los tatuajes. Tenía 16 años y yo ya quería tatuarme. Eso, junto a mi gusto por dibujar, me llevó a empezar a diseñar mi primer tatuaje. Durante el segundo tatuaje que diseñé conocí a otra tatuadora y me gustó su trabajo, así que le llevé mi diseño. Conversamos en la sesión, tuvimos muchas cosas en común, y ella me ofreció enseñarme a tatuar. Me empezó a animar diciendo que ella creía que era muy talentosa, que le había gustado mucho mi diseño y que le sorprendía que yo hubiera hecho algo así. Me apoyó mucho y me dijo: “Sí, tú puedes”.
¿Cómo reaccionaste?
No me la creía. Pensé que era algo que dijo para hacerme sentir bien, pero no una propuesta en serio. Y me animé, a pesar de que no tenía mucha confianza en mí misma al respecto. Me dije a mi misma: “Si no soy buena, puedo aprender algo nuevo y eso siempre va a ser bueno”. Ahí empecé a ir a su estudio a ver cómo ella tatuaba. Comencé mi carrera observando. En ese entonces estaba en básica, así que iba a estudiar y, al mismo tiempo, iba con ella en las tardes o los días libres.
Me llamó la atención que dijeras que no confiabas en ti misma. ¿Por qué crees que te pasaba eso?
Porque, a pesar de que me gustaba dibujar, yo veía el tatuaje como algo muy difícil y no por ser buena dibujando iba a ser buena tatuando. Sentía que era un mundo muy grande y sí lo es, pero creo que todo con disciplina y esfuerzo se puede lograr. Entonces, pese a no tenía confianza, eso mismo me llevó a exigirme mucho para lograr mis expectativas y eso me ha ayudado para avanzar rápido en mi carrera.
¿Por qué te empezaste a interesar en la ilustración?
Desde muy pequeña me ha gustado. Yo no jugaba tanto, me gustaba sentarme en una mesita con mis crayolas y mis acuarelas. Incluso veía un programa que se llamaba El placer de pintar de Bob Ross, que era un pintor que hacía sus cuadros de árboles, paisajes y lo pasaban por la tele. Lo oía, lo trataba de imitar y siempre me enojaba porque nunca lo lograba. Para mí es un gusto que tengo por mi personalidad, y con el tiempo fui mejorando porque es algo que me gustaba hacer y por lo tanto invertía mucho tiempo en ello. Entre más tiempo inviertas en algo, y si te gusta, vas a ir mejorando muy rápido.
¿Cuáles son tus influencias a la hora de tatuar? ¿En qué te inspiras?
Me inspiro mucho en la cultura japonesa, en el anime, específicamente en las Chicas Mágicas (mahō shōjo o majokko) que es un subgénero de anime. Digamos que forma parte de mi personalidad, son mis gustos y creo que los gustos de cada artista forman parte de ellos, van formando su estilo. Me encanta la cultura kawaii, Disney, Pixar. He tomado diferentes referencias. Por ejemplo, soy mexicana y creo que mi cultura tiene colores muy vibrantes, entonces de ahí viene un poquito eso. Todo lo que forma parte de mi personalidad se combina y creo que formo así mi estilo. ¡Sobre todo los brillitos! Eso es algo que siempre he tenido. Todo lo que brilla me llama la atención inmediatamente.
En esta área se da la predominancia masculina por sobre las mujeres. ¿Lo has notado entre tatuadores? ¿Hay diferencias de tratos?
Es algo muy notable en casi todas las industrias. Y sí, lo noté porque empecé en la industria con un concepto nuevo, era algo nunca antes visto en ese momento. Soy mujer, soy joven, entonces todo eso se juntó y obviamente sí he conocido muchas personas que no lo ven muy bien. «Ah, es que es muy joven», «es que los tatuajes no son así», «no pueden ser femeninos». Ellos tienen otra idea del tatuaje, ¿no? He recibido críticas muy duras de parte de compañeros por eso, así que sí, encuentro que hay que un poquito de machismo, pero qué se le va a hacer. Simplemente ignorarlos y seguir.
¿Cuál es la peor crítica que has recibido?
No sé si peor crítica, porque a veces no me acuerdo, pero sí la más sonada es como: «Los tatuajes que tú haces no son tatuajes de verdad, porque los tatuajes de verdad son de esta forma». Para ellos no pueden llevar brillos, por ejemplo. Entonces, simplemente no los entiendo, ellos no me entienden, así que mejor de lejos.
Si pudieras dar un consejo a una chica que le gusta la ilustración, que le gustan los tatuajes y quiere empezar su carrera, ¿qué le dirías?
Si no tienes confianza en ti misma, simplemente tienes que hacerlo, ser responsable, dejar a un lado el miedo e intentar las cosas, porque, al fin y al cabo, si no te van a salir bien, vas a aprender de ello y vas a crecer. Dibujar mucho es lo que siempre se escucha, pero es la verdad: un buen tatuador es bueno porque su técnica de dibujo es increíble. Mientras mejor es tu técnica de dibujo, entre más avances tengas, mejor tatuador vas a ser. También es bueno tener claro qué estilo quieres desarrollar. Es importante saber de todos los estilos para poder mejorar el tuyo, pero, si te dedicas a hacerlos todos, nunca vas a poder ser el mejor en uno.