Todos los cabellos son distintos. Pero pese a que cada tipo de pelo tiene sus problemas y necesidades diferentes, estamos expuestas a factores que lo pueden dañar.
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Con una enorme cantidad de productos en el mercado, es fácil abrumarse en qué elegir exactamente, sumado a todos los tratamientos a los que sometemos a nuestro pelo, que también pueden afectar en la salud de éste, en especial si son demasiado agresivos.
«Para obtener un cuidado capilar que siempre quisiste, solo debes ser constante y seguir algunos pasos que son parte de tu rutina diaria, y de esta forma, podrás lograr que tu pelo luzca hidratado y sedoso», aconseja Alejandra Abarca, cosmetóloga y estilista de The Body Shop.
A continuación, te entregamos estos consejos de qué tipo de productos e ingredientes elegir, puedes mantener un equilibrio entre hidratación y oleosidad, el pH natural del cabello y reparar de manera profunda.
Cabello normal
Un cabello normal se ve sano a simple vista, su lubricación sebo-protectora es equilibrada, al tacto es suave, dócil y brillante. Ya que tu cabello está sano y equilibrado, solo necesitas mantener su salud con un shampoo neutro, suave y espumoso. Lo ideal es que contenga complejos vitamínicos para mantenerlo fuerte y nutrido.
Cabello graso
En el caso de los cabellos grasos, las glándulas sebáceas que lo lubrican son más activas de lo normal, causando un grasitud excesiva. El brillo en este caso dura poco, pues el aceite propio del cabello atrapa el polvo, volviéndolo opaco.
Lo aconsejable, en estos casos, es elegir productos con realicen una limpieza profunda, con gran acción detergente, transparentes, libres de aceites y cremas. Los ingredientes ideales para este tipo de cabello son el hammamelis, azufre, ortiga blanca, extracto de sabal serrulata.
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El cabello graso debe lavarse día por medio de forma suave, pues masajaearlo mucho el cuello cabelludo estimula más producción de sebo. Utiliza agua tibia, y al utilizar acondicionador, evita que sea muy cremoso y échate solo en las puntas.
Cabellos secos
Contrario al cabello graso, los secos tienen una baja producción de lubricación sebo protectora, careciendo de brillo propio, al tacto no es sedoso, incluso puede resultar quebradizo.
Para este tipo de pelo, se recomienda un shampoo hidratante, con ingredientes que posean la capacidad de agentes acondicionadores como el germen de trigo, proteínas de la leche y vitamina E.
Lávalo solo dos veces por semana y masajea enérgicamente el cuero cabelludo. Elige acondicionadores cremosos y aplícalos desde 2 centímetros de la raíz hacia las puntas. Te recomendamos usar máscaras hidratantes una vez a la semana.
Cabellos finos
La estructura de los cabellos finos es delgada, volviéndolos delicados y frágiles. La mayoría carecen de volumen, son muy sensibles a los tratamientos químicos y se enredan con facilidad.
Si este es tu caso, elige un shampoo rico en proteínas vegetales como la placenta vegetal, extracto de ginkgo biloba o polímeros. Estos últimos fortalecen el cabello y proporcionan el volumen necesario. Lávalo 2 a 3 veces por semana y utilizando un acondicionador que contenga camomilla o aloe vera.
Cabellos gruesos
Los cabellos gruesos tienen la ventaja de ser fuertes y responder mejor a tratamientos que los demás. Sin embargo, es menos manejable, rígido y tiende al frizz, pues contiene una mayor capa de cutículas en sus hebras.
Para ellos, elige un shampoo libre de sulfato, detergente que reseca y genera más frizz. Además, debe contener agentes hidratantes a base de aceites naturales, como coco, argán o jojoba. Hay que lavarlo dos a tres veces por semana, acondicionarlo por varios minutos y luego aplica cremas hidratantes para peinar.
Rizos
Los cabellos rizados gozan de equilibrio y una buena manejabilidad para una mayor hidratación. Lo ideal para ellos es un lavado día por medio, con un shampoo a base de aceites naturales como palta, argán, almendras o coco.
Acondiciona e hidrata con un sérum o cremas con siliconas. Además, es aconsejable usar máscaras hidratantes una vez por semana, dejándolas actuar por 20 minutos. Para definir los rizos de tu cabello, utilizando un mousse.
Cabellos tinturados
Si tu cabello es tinturado, necesitas realizar algunos cuidados adicionales, pues la mayoría de las tinturas lo resecan o dañan. También debes mantener su color.
Elige un shampoo libre de sulfatos para evitar resecarlos, sin sodio y con filtro UV. Necesitarás tratamientos con agentes hidratantes y reparadores. Ingredientes como caramidas, queratina, vitaminas y aceites ayudan a su restauración.