Los Reyes de España culminan su viaje institucional por el territorio de los Estados Unidos de América. El ítem final de esta agenda estaba fijado en la Casa Blanca donde fueron recibidos por el presidente Donald Trump y su mujer Melania Trump envestida como Primera Dama, ella junto con la reina Letizia pusieron el toque chic y se robaron las atenciones por sus especiales atuendos.
Tanto la reina Letizia como Melania Trump se han convertido en mujeres empoderadas que resultan una referencia obligada para los expertos en el mundo de la moda.
Ambas consortes del poder cuentan con similares gustos y estilos la hora de escoger sus vestidos para cuanta actividad o acto formal son requeridas. De hecho, en más de una ocasión han utilizado outfits similares despertando la suspicacia en los expertos en moda.
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A su llegada a la Casa Blanca, la reina Letizia y el rey Felipe de Espala hicieron el tradicional posado frente a la sede del poder de los Estados Unidos. Por supuesto, debían estar acompañados por los anfitriones Donald Trump y su mujer Melania Trump, presidente y primera dama de los norteamericanos, respectivamente.
Más allá de los importantes y necesarios asuntos diplomáticos y de Estado tratados en este encuentro, ha llamado la atención de los atuendos que han escogido las dos elegantes mujeres protagonistas de esta velada.
Alta expectación despertaba esta primera imagen en que la reina Letizia posara al lado de la exmodelo Melania Trump por los estilismos que lucirían. Y no han defraudado.
La Reina Letizia ha escogido un sencillo vestido midi tipo tubo sin mangas y con cuello redondo en color rosa con botones bronces en los bolsillos de la firma Michael Kors. Lo complementó con un cinturón color plata y una cartera de mano, en tono rosa, de Magrit.
Por su parte, la anfitriona Melania Trump ha seleccionado un vestido primaveral en falsa evasé con enormes motivos florales blanos sobre matices de marrones y verdes. Lo ha complementado con cinturón blanco y zapatos marrones
Entre gustos y colores, lo que sí queda claro es que este retrato en el frontis de la Casa Blanca en Washington pasará a la historia de la moda como una viva imagen de estilo, elegancia y glamour.