Por Andrea Sánchez
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Si eres como muchas de nosotras y amas oler a tu fragancia preferida el mayor tiempo posible, poner perfume justo en tu ombligo hará que la fragancia se quede por más tiempo contigo. La forma natural del ombligo sirve como contenedor natural y sumado al calor del cuerpo, hará que la esencia emane a lo largo del día.
No olvides poner un poco en las zonas de pulso, es decir, en las muñecas, el cuello y, en general, en las zonas en las que el sentir de los latidos del corazón son más evidentes. La razón es que si pones el perfume cerca de estas zonas, el calor intensificará su aroma.
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