Por Andrea Sánchez
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Que el Dios del maquillaje bendiga al corrector. Sí, a ese pequeño producto de belleza que hace que nuestras imperfecciones se vean al mínimo y ayuda a realzar las zonas a las que queremos darles luminosidad. Antes de que Kim Kardashian pusiera de moda el contouring, utilizar correctores ya era clave entre los maquillistas.
En el mercado puedes encontrar varios que van de acuerdo a tu tono de piel o bien iluminan tu rostro, pero hay otros que se caracterizan por ser de colores como el naranja, el violeta y el menta. No te asustes, aunque sus colores son poco convencionales, tienen una función específica.
Naranja o salmón
Si tienes venas marcadas o tus ojeras están en niveles insospechados, puedes utilizar un poco de corrector de este tono. La idea es matizar la coloración y pasar inadvertidas ojeras y venas verdes o azules que puede haber en el rostro. Cuidado con su uso pues cualquier exceso podría resultar fatal.
Verde
Este producto es específico para disimular las manchas rojas en la piel y los granitos. Aquí hay que hacer una aclaración, si tienes acné severo lo recomendable es que tu dermatólogo te indique qué productos no dañan tu piel, sino disfruta del poder de este color.
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Lila
Este tono ‘borrará’ manchas de color marrón y amarillentas. Disimula también los tonos amarillos en la piel. Ideal para manchitas que el acné dejó en tu rostro.
Amarillo
Disminuye el color de lso punts negros y en tonos de piel morenos puedes utilizarlo como un iluminador.
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