El bronceado en el Carnaval no puede faltar. Con este largo feriado muchas familias optarán para ir a la playa y es muy idóneo para relucir tu piel dorada de una manera natural.
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Para lucir una piel bronceada ya no es necesario exponerse al sol horas de horas y arriesgarse a contraer cáncer de piel. Existe una manera más saludable de conseguirlo. Si quieres alcanzar ese tono dorado en la piel, debes saber que hay algunos alimentos que te ayudarán.
Entre las frutas y verduras destacan precisamente los de color naranja. Estos alimentos tienen un alto contenido de betacarotenos, un antioxidante que además de ser un precursor de la vitamina A, esencial para mantener en buen estado nuestra visión, piel y huesos, y de evitar el envejecimiento celular, ayuda a conseguir el bronceado en la piel.
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Los betacarotenos se encuentran en frutas como la papaya, la zanahoria, entre otras. Ingerirlas en una cantidad aceptable y prudente antes de una jornada playera permitirá que una persona tome más rápido un color bronceado.
Los betacarotenos además, activan la melanina que actúa como protección natural contra los rayos nocivos del sol. No obstante, es importante recalcar que no es aconsejable excederse en el consumo de estas frutas. Lo ideal es no consumir más de dos vasos de jugo de papaya o zanahoria al día porque podría ocasionar un efecto de coloración amarillenta.
Escoge un fotoprotector que no deje blanquecina la piel. Opta por cremas solares con silicona (lo sabrás por la etiqueta), ya que tienen un acabado satinado que no se nota sobre la piel. Eso si, asegúrate de que las aplicas por todo el cuerpo ya que, al ser transparentes, corres el riesgo de dejarte alguna zona sin proteger. Haz dos aplicaciones, en casa y al llegar a la playa, esto te ayudará a obtener un bonito bronceado en la playa.
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Protege las zonas sensibles y acaba el verano sin manchas. Utiliza un factor de protección 50 en las zonas con la piel más fina como los párpados, las orejas, el «bigote» o los labios, y en los puntos con tendencia a manchas oscuras (manos, escote…) y los pies.
Pasea por la orilla para lograr un moreno espectacular. Así se broncearán zonas escondidas como la parte de los brazos y los muslos, las durezas de los pies se ablandarán en contacto con la arena húmeda y el golpeteo del agua en los tobillos activará la circulación. Y si el agua te cubre hasta la rodilla al caminar, tonificarás las piernas y combatirás la flacidez.
Sé precavida al broncearte. Si te has hecho algún tratamiento despigmentante, depilación láser o un peeling químico habla con tu médico antes de exponerte a los rayos solares. y no olvides tu gafas de sol para evitar las famosas «patas de gallo».
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