Lo primero y más fundamental es un correcto cuidado de la piel, utilizando productos específicos según tus necesidades y tipo de piel. Por ejemplo, si durante el invierno uso casi de manera diaria un agua micelar y una vez a la semana la combino con una espuma de limpieza más profunda o exfoliación, en verano, cuando mi producción grasa aumenta, ocupo diariamente una espuma especial para pieles grasas. Mis favoritas son el limpiador líquido Cetaphil y el Ultra Facial Oil-Free Cleanser, de Kiehl’s. Luego de la limpieza, aplico un tónico libre de alcohol que sea muy suave, y después algún hidratante (hidro es a base de agua). Este paso muchas veces tienden a saltárselo por temor que al aplicar una crema la piel quede más grasa, lo que es un mito absurdo; una piel a la cual le falta hidratación tiende a producir más grasitud aún. Existen algunos en textura gel que se sienten muy livianos y dejan la cara deliciosa y fresquita, como el Purefect Skin, de Biotherm.
A la hora de maquillarme, en verano prefiero las texturas livianas y naturales; si bien los polvos son mayormente recomendados para pieles grasas, no puedo ocuparlos mucho pues tienden a marcarme las arruguitas, que aunque me duela asumir, ya están ahí.
Puedes aplicar un primer o pre base con efecto matificante, mis adoradas en estos casos son las de Inglot y Benefit, que pueden utilizarse tanto solas como también de primera capa de maquillaje.
Existen también bases ultra livianas que dan un efecto matificador; un ejemplo que vale cada peso de su inversión es la Miracle Air de Teint, de Lancôme, y una opción rica y económica es la base Natural Mat, de Maybelline.
Si a pesar de todos los esfuerzos aún aparecen molestos brillos, la mejor manera de eliminarlos es con tissues anti brillo, que literalmente absorben el exceso de grasa; casi todas las marcas de maquillajes los tienen, desde DBS hasta M.A.C., tu ve cual se ajusta a tus necesidades y presupuesto.
Si aún eres de piel tersa y joven, también puedes utilizar algún polvo traslúcido para mantener a raya los molestos brillos, sólo ten cuidado en la cantidad que apliques, ¡para no quedar con un look acartonado!