Pero hablar de imagen es un tema complejo. Todos sabemos que la imagen corporal es nuestra carta de presentación. Es como un retrato, lo primero que los demás ven de nosotros, y por lo mismo sentirse agradable a la vista de los demás nos hace sentir más seguros. No estar conforme con nuestro cuerpo puede generar ansiedad social, baja autoestima e incluso inhibición, sobre todo en estos tiempos, donde estamos bombardeados por publicidad, revistas y programas de TV donde la belleza y perfección de los cuerpos son pan de cada día.
Sin embargo, no debemos olvidar que todos, independiente de nuestro «envoltorio», tenemos algo especial, algo que comunicar, y que es nuestro propio sello. Muchas veces una persona que no es tan guapa o tan perfecta según lo cánones de belleza que nos impone la sociedad, resulta mucho más atractiva e interesante. Antes que la perfección de un cuerpo, lo que debemos buscar es armonía, proporción, simetría y equilibrio. Acompañado de simpatía, personalidad e inteligencia, será aún mucho más atractivo.
Antes de hacerse cualquier intervención es importante saber qué es lo que buscamos proyectar, transmitir o irradiar a los demás. Muchas veces se quiere disimular algo que molesta, como quitar un rollito extra, mejorar un busto caído o una nariz u orejas muy prominentes, sacar la piel que sobra de unos párpados caídos, corregir unas ojeras molestas, y en fin, la lista continúa…
Aproximadamente al 20% de los personas que me visitan les aconsejo que aún no es el momento para la cirugía que consultan, y que es recomendable esperar un tiempo, esencialmente en tratamientos de algún tipo de rejuvenecimiento, una rinoplastia en pacientes muy jóvenes, o implantes de mamas en mujeres a quienes todavía les puede variar el tamaño del busto (porque están todavía en etapa de desarrollo) o aquellas que están planificando algún embarazo en el corto plazo. También recomiendo lo mismo cuando veo que una disminución de peso puede evitar una lipoaspiración en alguna zona, o a pacientes que consideran tener un defecto y no existe como tal. Muchas veces las narices grandes son perfectas en algunos rostros.
Siempre debemos buscar el equilibrio y la armonía, hacia allá debemos fijar la mirada.
