Ya comenzó la cuenta regresiva para Halloween, una fiesta proveniente del hemisferio norte y que se ha consolidado como una tradición más, tanto para niños como para adultos.
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Pero sin duda, lo que más preocupa en estos días es la elección del disfraz; buscamos originalidad y queremos vernos bien para ir a alguna a fiesta o celebración con amigos.
La variedad del vestuario es diversa y hay para todos los gustos: desde la clásica bruja, hasta la enfermera sexy. Más que causar miedo, queremos entretenernos y por qué no, seducir a alguien.
Sin embargo, esta tendencia no es la misma que a principios del siglo XX. Así lo demuestra este video realizado por MODE, y hay que decirlo, los disfraces de 1915 eran bastante terroríficos.
Fue sólo hasta la década de los ’40 cuando las faldas cortas comenzaron a causar sensación y los disfraces se fueron tornando de tenebrosos a “juguetones”.
¿De dónde viene la tradición?
La tradición de disfrazarse para Halloween proviene de los celtas. Las noches de invierno de hace cientos de años representaban una amenaza para gente.
Creían que en la noche de Todos los Santos, los muertos cobraban vida y se convertían en fantasmas, en momias, brujas y otros seres tenebrosos, y la gente pensaba que los encontraría por las calles si salían de sus casas.
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Como no todos podían quedarse en su hogar, los que salían creían que disfrazándose no serían reconocidos por los fantasmas. Para pasar desapercibido y confundir a estos “extraños seres”, usaban máscaras y capuchas con el propósito de despistar a los fantasmas en su búsqueda de espíritus.
En Estados Unidos, se realizaban fiestas públicas en las que los vecinos compartían historias de muerte y fantasmas, adivinaban la suerte, bailaban y cantaban, pero aún no se celebraba Halloween como lo que se conoce hoy en día.
La festividad se comenzó a expandir con la llegada de los inmigrantes irlandeses en la segunda mitad del siglo XIX.
En ese momento, los estadounidenses comenzaron a disfrazarse e ir a las casas a pedir comida o dinero, una práctica que luego se convirtió en lo que hoy conocemos como el trick or treat (truco o trato).