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Minimamente invasivos: Conoce el mejor tratamiento según tu edad

Por Carolina Palma Fuentealba

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La idea es no adelantarse, y evitar tratamientos que quizás no son para nuestra edad. En este contexto, la doctora Claudia Avaria, directora de Clínica Avaria (www.clinicaavaria.cl), especializada en Medicina Estética Facial, nos recomienda algunos.

«El envejecimiento depende de muchos factores, como la genética, el tipo de alimentación, grado de actividad física, si se es fumador o no, horas de sueño, grado de estrés, y el mayor de todos: el daño solar. Existen muchos tipos de tratamientos faciales mínimamente invasivos que ayudan a retrasar o contrarrestar los cambios que va sufriendo el rostro con los años, que son constantes y se acentúan década tras década. Aunque el grado de envejecimiento facial varía según cada persona, hay patrones que se reiteran según la edad», asegura Avaria.

 

+ de 25 años
«A partir de los 25 años empiezan a formarse las primeras arrugas muy superficialmente y la piel empieza a perder colágeno, entre otros componentes, por lo que empieza a generarse una leve flacidez, que aún no se manifestará hasta pasados los 30 años», explica la especialista.

Cóctel de vitaminas: consiste en la inyección de vitaminas, aminoácidos y coenzimas para que las células fibroblastos de la piel fabriquen más colágeno para la firmeza y elastina para la elasticidad.

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Este cóctel incluye ácido hialurónico fluido hidratante, que aporta moléculas de ácido hialurónico para retener el agua y favorecer la hidratación facial.

Mesoterapia con ácido hialurónico: es una alternativa exclusivamente con ácido hialurónico, que tiene como función retener agua en la piel. Su inyección en consistencia más fluida en distintas partes del rostro contribuye a la hidratación y un efecto de luminosidad.

 

+ de 30 años
«Pasados los 30 años empiezan a marcarse en la piel las primeras líneas de expresión en frente, entrecejo y contorno de ojos, ya que se ha ido perdiendo colágeno con el paso del tiempo y la piel no está tan elástica», detalla.

Aplicación de toxina botulínica: permite reducir la formación de arrugas producto de la gestualidad. La toxina botulínica bloquea la conexión entre neurona y músculo, quedando este último relajado, lo que reduce la formación de la línea de expresión. Está indicado para reducir la formación de arrugas peri orbiculares -o patas de gallo- producidas por la risa, en el entrecejo al fruncir el ceño, y arrugas horizontales en la frente.

Meso Glow: esta nueva técnica provoca un efecto de rostro resplandeciente e iluminado inmediato y paulatino rejuvenecimiento facial. En una primera sesión, se aplican microinyecciones en el rostro con una mezcla de ácido hialurónico y un cóctel de vitaminas y aminoácidos. El ácido hialurónico aportará las moléculas que captan agua en la piel, produciendo un efecto de resplandor y luminosidad producto de la hidratación facial. Esto creará un rostro más turgente, liso, desintoxicado y parejo, con un efecto resplandeciente que se verá al día siguiente del tratamiento.

En dos sesiones posteriores se aplica un cóctel de vitaminas (A, complejo B, C, E) y aminoácidos que aportarán los nutrientes para que las células fibroblastos de la piel produzcan mayor cantidad de colágeno para recuperar la firmeza, elastina para favorecer la elasticidad y atenuación de arrugas y ácido hialurónico para la hidratación facial.

 

+ de 40 años
«Con el avance de la década y los 40 años, las estructuras del rostro gradualmente descienden, lo que se traduce en flacidez y profundización de surcos faciales», asegura Avaria.

Rellenos faciales: el surco nasogeniano que nace de la nariz y se proyecta hacia las comisuras de la boca y se profundiza especialmente a partir de los 40 años producto de la flacidez facial, dando un aspecto envejecido y cansado. Los rellenos faciales se aplican mediante microinyecciones en la dermis profunda en la zona deprimida. Su efecto de relleno en el surco o arruga es inmediato, emparejando la zona, suavizando rasgos y quitando sombras. Hay rellenos cuyo efecto dura 8 a 12 meses como el ácido hialurónico, y otro cuyo efecto dura hasta cuatro años como Ellansé.

Plasma Rico en Plaquetas: la mesoterapia o microinyecciones de plasma rico en plaquetas ayuda a regenerar colágeno y a frenar la flacidez.

El plasma es extraído de la sangre de la paciente, y luego inyectado en ella. Su acción aceleradora estimula a las células fibroblastos de la piel a fabricar con mayor intensidad colágeno, elastina y ácido hialurónico, lo que contribuye a atenuar arrugas y a retener agua en la piel. El PRP también combate las manchas, pues estimula a las células macrófagos a fagocitar la melanina producida en exceso y que forma las manchas en la piel.

 

+ de 50 años
«¿Qué pasa sobre 50 años? Los volúmenes del rostro disminuyen, lo que trae como consecuencia un aspecto cansado y envejecido», confirma.

Hilos tensores faciales: introducidos con una micro aguja en la hipodermis, o sea, en la capa grasa de la piel, levantan las facciones del rostro de manera inmediata.

Se pueden aplicar en el canto exterior de la ceja para levantar el párpado, permiten elevar pómulos y mejillas, redefinir el contorno mandibular y remarcar la diferencia entre la línea de la mandíbula y cuello, evitando el «cuello de pavo». En resumen, devuelven la firmeza al óvalo facial.

Relleno de pómulos: con el paso de los años, la grasa profunda del pómulo comienza a descender por debilitamiento de los ligamentos que la sostienen, provocando que el volumen del pómulo disminuya y se comience a achatar la cara. El relleno de pómulos con ácido hialurónico busca recuperar los volúmenes perdidos en esta zona y reposicionar las estructuras caídas por la pérdida de la grasa. Contribuye a elevar las facciones (efecto lifting) y obtener un aspecto más juvenil.

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