El verano comienza su fase final, y si nos miramos bien al espejo, nuestro rostro seguramente sufrió alguna consecuencia, si es que no lo cuidamos lo suficiente. La doctora Claudia Avaria, directora de Clínica Avaria (www.clinicaavaria.cl), que se especializa en Estética Facial, explica que «la radiación ultravioleta del sol produce principalmente arrugas finas, resequedad y manchas. Las arrugas no surgen de un día para otro, sino que son un daño acumulativo».
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Es más, revela que quienes tienen en torno a 45 años y eran adolescentes en la década del 80, presentan más daño acumulativo provocado por el sol y consultan por arrugas. Claro, cabe recordar que en esa época había culto por exponerse al sol, e incluso algunas personas se colocaban bebidas cola en el cuerpo y rostro para broncearse más.
La especialista relata, curiosamente, que muchas mujeres en torno a los 70 años tienen una piel más cuidada, pues en su juventud se valoraba más la blancura y se exponían menos, con trajes de baño más cubiertos, sombrillas y hasta guantes. Entre las jóvenes, en cambio, se ve una mayor cultura de protección, usan más bloqueadores y vestuario con filtros UV, aunque a veces olvidan reponer el bloqueador cada tres horas.
CÓMO DAÑA EL SOL
«La radiación UV destruye las fibras de colágeno y elastina que, respectivamente, dan firmeza y elasticidad a la piel. La destrucción de estas fibras propicia el surgimiento de arrugas finas y flacidez facial. Hay que distinguir las arrugas provocadas por el sol, que habitualmente son finas, respecto de los surcos que son más profundos, como el nasogeniano desde la nariz a la comisura de los labios, que es por flacidez y desplazamiento de la grasa facial», advierte Claudia Avaria.
También detalla que la exposición solar activa a las células melanocitos –que producen los pigmentos en la piel- para producir melanina y generar bronceado. Pero una exposición desprotegida daña los melanocitos alterando su función normal, por lo que comienza a producir melanina en exceso en algunas áreas de la piel mientras deja de producir melanina en otras, por lo que aparecen manchas oscuras o claras en la piel del rostro.
«Otro efecto de la exposición solar es la destrucción de las moléculas de ácido hialurónico que están presentes de manera natural en la piel y son las responsables de captar y retener agua. La destrucción de estas moléculas por exposición solar acumulativa provoca uno de las señales más frecuentes post exposición solar: resequedad y tensión en la piel del rostro», dice la experta.
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Mejorar nuestro rostro
Lamentablemente el sol daña irreversiblemente, pero sí se puede ayudar a la piel a generar nuevo colágeno y elastina, o sustituir el ácido hialurónico perdido, y así atenuar los daños. «Es decir, las fibras de colágeno y elastina que se destruyeron no se reparan. Lo mismo sucede con las moléculas de ácido hialurónico responsables de la retención de agua e hidratación de la piel. Las moléculas destruidas no se van a reconstruir».
¿Qué hacemos entonces? Avaria explica que la piel sí se puede reparar con tratamientos mínimamente invasivos que estimulan a la piel a formar con mayor intensidad nuevas fibras de colágeno y elastina.
Peeling facial: Permiten atenuar arrugas y manchas provocadas por el sol. Elimina capas de la epidermis, y con ello arrugas superficiales, pero su principal acción es que fuerza a la piel a defenderse de esta «agresividad controlada» renovándola, es decir, formando colágeno y elastina para favorecer la firmeza y elasticidad, lo que contribuye a atenuar las arrugas.
Es aconsejable realizarlo entre abril y septiembre, cuando baja la intensidad de los rayos solares.
Mesoterapia con ácido hialurónico: Hidrata la piel con microinyecciones de ácido hialurónico en distintas partes del rostro –cada 1 cm, a 2 mm de profundidad–. De esta forma permite sustituir en la piel el ácido hialurónico destruido y con ello las moléculas que retienen el agua, devolviendo la hidratación y luminosidad al rostro.
Mesoterapia con cóctel de vitaminas: Ayuda a atenuar arrugas, pues las microinyecciones en el rostro con múltiples vitaminas (A, B, C y E), amoniácidos y ácido hialurónico nutren la piel y permiten dar a las células fibroblastos de la dermis altas dosis de insumos para que fabrique nuevas fibras de colágeno para la firmeza, elastina para la elasticidad, y ácido hialurónico para la hidratación.
Acelerar la renovación celular con plasma rico en plaquetas (PRP): Es un procedimiento muy utilizado y efectivo para favorecer la reparación y renovación celular, y que el mismo cuerpo genera cuando se produce un corte. El plasma es extraído de la sangre de la paciente, y luego inyectado en ella. Su acción aceleradora estimula a las células fibroblastos de la piel a fabricar con mayor intensidad colágeno, elastina y ácido hialurónico, lo que contribuye a atenuar arrugas y a retener agua en la piel. Su resultado es potenciado si se acompaña de la inyección de cóctel de vitaminas, que aportarán a las células los insumos para fabricar estos elementos.
ZONAS PROBLEMA
Michelle Gueseloff, directora médica de Clínica Belenus (www.belenus.cl), comenta que existen puntos del rostro que se ven más afectados, así que analízate frente al espejo.
«Zonas como el contorno de los ojos, la frente y el óvalo están más expuestas a un fotoenvejecimiento prematuro. Cuando esto ocurre contamos con el tratamiento de Tensado, que se realiza con la tecnología Endymed (radiofrecuencia). Permite reducir los síntomas del paso del tiempo a través de estímulos mecánicos que reactivan el metabolismo celular. Los fibroblastos empiezan a segregar de nuevo colágeno y elastina, para una reorganización de las fibras y así proyectar una piel estructurada y armoniosa».
Es así como el tratamiento de Tensado permite reactivar naturalmente y de forma no invasiva la producción de colágeno y elastina, devolviendo la estructura firme de la piel. Con esto se logra redensificar en profundidad y obtener una piel más suave y firme. Las mejillas se levantan, el óvalo del rostro se redibuja, los contornos se redefinen, y tanto las arrugas en la frente como las llamadas «patas de gallo» en el contorno de los ojos, se atenúan.
En Belenus existen otros tratamientos, como la Hidrodermoabrasión. Se trata de una limpieza facial profunda y no invasiva de la piel que se realiza con la innovadora tecnología JetPeel, una delicada abrasión de la piel del rostro a través de la combinación de aire y solución salina aplicada a alta velocidad, alcanzando 200m/seg. En conjunto con principios activos (como vitamina C, ácido hialurónico y ácido glicólico), permite realizar presión positiva sobre los canales de drenaje linfático del rostro y cuello, estimulando la circulación sanguínea, disminuyendo la profundidad de las arrugas, dándole luminosidad al rostro, y limpiando las impurezas de la piel.
No tiene contraindicaciones como los peeling tradicionales, ya que es un tratamiento no invasivo. Puedes continuar con tu vida diaria sin tener que cuidarte de forma especial, como ocurre con otros tratamientos.
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