Por: Carolina Palma Fuentealba
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¿Hay algo más horrible que un grano en la cara? No sé… Esta realidad la suelen vivir hombres y mujeres durante la pubertad, y es aceptable. Total, entre tanto cambio hormonal, físico y emocional, uno más da lo mismo. Pero cuando ya pasamos los 30 ni lo imaginamos, hasta que nos enteramos que alguien la sufre o nos toca a nosotras. ¿De verdad podemos sufrir de acné tan «grandes»? Sí, y no sólo en el rostro.
Carolina Ramírez, directora del centro de estética Be Mom, explica que «el acné es una enfermedad de la piel que se caracteriza por la inflamación de las glándulas sebáceas, las que provocan lesiones y apariciones de pústulas e inflamación, con frecuencia en zonas como rostro y espalda». ¿Por qué se podría producir esta situación cuando estamos bien lejos de la adolescencia? «Una mujer adulta puede tener acné en su rostro –lo que se llama acné tardío– gatillado generalmente por alteraciones hormonales como las del embarazo o estrés, que son los factores más comúnmente relacionados en pacientes con piel grasa», asegura Alejandra Ríos, dermatóloga y directora médica de Central Klinic (www.centralklinic.cl).
Ramírez agrega que «se estima que un 30% de las mujeres mayores de 25 años sufre de estos episodios. Tiende a presentarse en zonas como ángulos mandibulares, peribucal y cuello, a través de lesiones de tipo inflamatoria. A diferencia del adolescente, que habitualmente presenta acné en su zona T, con inflamaciones y pústulas propensas a dejar cicatrices», compara.
Si su aparición es repentina se recomienda acudir al médico para descartar enfermedades como Diabetes tipo 2 o problemas con la tiroides.
10 tips para evitarla o eliminarla
La dermatóloga Alejandra Ríos explica que no necesariamente si uno tuvo acné cuando adolescente lo sufrirá más tarde, pero «si lo comparamos con personas que no han tenido nunca, sí hay una mayor proporción de acné tardío en las personas que ya han tenido antes. Y una de las mejores formas de prevenir que aparezca en la edad adulta es efectuar una limpieza diaria de la piel con productos adecuados en la mañana y en la noche, y con una cosmetóloga especializada una vez al mes». Se trata de eliminar las impurezas, las células muertas y el exceso de grasa.
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1.- «Por supuesto que es muy importante también seguir una alimentación antiinflamatoria, evitando el azúcar, harinas blancas y leche», aconseja Ríos. Esto junto con las frituras o el chocolate, que detona –ya sabemos– las odiosas espinillas prácticamente al día siguiente. Prefiere verduras, frutas, bebe bastante agua y granos.
2.- «También como parte de una alimentación sana, tener una rutina de ejercicios que ayuden a combatir el estrés y favorecer un proceso desintoxicante del organismo», detalla la especialista de Central Klinic. 3.- «La primera recomendación sería realizarse un cuidado profesional en la piel con cosmetólogas especializada por lo menos una vez al mes, bajo la supervisión de un dermatólogo que debe examinar la piel una vez al año para que indique las cremas adecuadas. Si, pese a esta mantención, se desarrolla un acné, es muy recomendable un tratamiento de laser Spectra Peel», agrega.
4.- ¿Los mayores errores de una mujer con acné? «No limpiar diariamente la piel con productos adecuados. Despreocuparse de la salud en general (controles ginecológicos), no tener buena alimentación, no combatir el estrés».
5.- Aunque mueras por hacerlo, no te aprietes los granos, porque te quedará la marca. Y tampoco manosees mucho el rostro, porque pueden transmitir bacterias o irritar la piel.
6.- Conviene usar maquillaje que combata el acné, o de frentón evitarlo. Ojalá contenga pocos colorantes, químicos y aceites.
7.- Ideal si tu crema no contiene aceite, para que no obstruya los poros.
8.- Evita el sol, porque la piel con acné se vuelve más sensible, más si tomas medicamentos, produciéndose enrojecimiento e inflamación.
9.- Utiliza cremas indicadas para el acné. Como puedes ver en nuestra vitrina, existen múltiples productos para todo tipo de piel y exigencias.
10.- Pensando en este tipo de alteraciones, Be Mom ofrece el tratamiento Shine Stop, el cual realiza una limpieza profunda que regula la producción sebácea, tiene una acción antiséptica y calmante (lo que provoca un control en el desarrollo de infecciones), mejora la hidratación y los brillos excesivos. Utiliza máscaras con tecnología Peel Off, la que favorece la penetración de principios activos. Se recomiendan al menos 4 sesiones, las cuales se distanciarán dependiendo de la previa evaluación.
