En 1977, Woody Allen presentó Annie Hall, una comedia romántica que desafía el paso del tiempo en cuanto a temática, situaciones y, por supuesto, moda. Una referencia obligada en la obra del director neoyorquino, presenta una de sus grandes mujeres dentro y fuera de la pantalla, Diane Keaton.
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Ganadora de cuatro premios Oscar, incluyendo Mejor Película y Mejor Actriz, narra la relación entre el comediante Alvy Singer (Allen) y Annie Hall (Keaton), ambos neuróticos, en puntos muy diferentes de su vida.
Él lleva dos matrimonios fallidos con mujeres neoyorquinas; ella está en su camino por saber qué hacer en la vida, entre clases de actuación, el canto, la fotografía auténtica y libros de Sylvia Plath. Mientras ambos cocinan langostas para la cena y tratan de mantener una relación.
Annie Hall, el personaje, fue escrito específicamente para Diane Keaton; se dice que se basa en parte a su relación fuera de cámaras. Desde el nombre del personaje existe una referencia: el verdadero apellido de la actriz es Hall y le llaman de cariño Annie. Más allá del nombre, que al final dio título a la película, el reflejode la protagonista está en su estilo y sentido de moda que aún, 37 años después, se encuentra vigente.
En su vestuario destacan las camisas over-sized, chalecos, corbatas, sombreros tipo bombín, pantalones de cintura alta, jumpsuits. Un estilo que no terminó de convencer a Ruth Morley, directora de vestuario de la producción. Woody Allen estaba convencido de que así debería vestir Annie; de hecho, Diane Keaton utilizó su propia ropa. «Déjala. Ella es una genio. Déjala que vista lo que quiera.»
Dando un rápido vistazo, podemos ver que el Verano es una gran temporada para sacar a la Annie Hall que todas llevamos dentro, disfrutando de esas cómodas camisetas over-sized, y los cortes de cintura alta — sean shorts o pantalones —, además de otros looks chics como las faldas acompañadas de sacos y corbatas. Un look que combina perfecto lo femenino y lo masculino.