Este mueble es lo que nosotras consideramos un golpe de suerte. Lo encontramos en la calle, tirado entre un montón de basura, y no dudamos un segundo en rescatarlo.
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Se veía sucio y viejo pero su estado no era malo, con un par de ajustes podría tomar un aspecto totalmente diferente y renovado.
Material
- Lija
- Diluyente sintético
- Esmalte
- Clavos
- Brocha
Procedimiento
Para comenzar, lijamos el mueble para eliminar el color anterior o imperfecciones en la superficie. En este proceso, partir usando la lija más gruesa a la lija más fina.
Una vez lijado, pasamos un paño húmedo para quitar el polvo que podría haber quedado.
Luego podemos empezar a pintar. Si la superficie tiene un color oscuro o disparejo, recomendamos dar primero una base de pintura blanca, así no tendrán que dar tantas manos de pintura y no se alterará el color original.
En este caso queríamos un color bastante particular, por eso escogimos un esmalte sintético (que mandamos a preparar en el mesón de una tienda) y no una pintura en spray.
Primero diluimos un poco el esmalte con diluyente sintético y aplicamos la primera capa color de con una brocha. Es importante ir de a poco y no usar una gran cantidad, para que vaya secando rápido y parejo. Siempre es mejor dar varias manos delgadas de pintura y no pocas manos gruesas.
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Esperamos a que estuviera bien seco y aplicamos la segunda mano de color.
Ya saben, si quieren dar de baja un mueble, primero piensen en revivirlo, reutilizarlo o heredarlo: siempre va a haber alguien como nosotras que lo apreciará.