Sabemos que el plomo, el zinc y el petróleo son enemigos de nuestra piel, y que existen otros componentes que ni por error debemos poner en nuestro rostro. Pero ¿cómo podemos estar seguras de que los cosméticos costosos que acabamos de comprar no contienen ninguno de esos tóxicos? Existe una aplicación que nos ayuda a averiguarlo. Se llama Think Dirty y es experta en detectar ingredientes nocivos en maquillaje y otros productos de belleza.
La mujer promedio usa 12 cosméticos al día, entre efectos de higiene personal y maquillaje. El hombre usa unos 6. Es decir que todos estamos expuestos. ¿Cuáles son los componentes de esos productos que usamos diariamente? El problema es que no todas las marcas detallan la lista de ingredientes en las etiquetas, de modo que es difícil saber qué nos estamos untando. O más bien, era. Porque ahora existe Think Dirty.
Esta aplicación fue creada por Lily Tse, hija de una sobreviviente del cáncer de mama. Debido a su historia familiar, Tse ha mostrado desde siempre mucho interés por los ingredientes de los productos, por lo que decidió trasladar su inquietud a una aplicación móvil. El recurso es muy útil para cualquier persona y se descarga de forma gratuita (sólo en la App Store).
Al momento, Think Dirty cuenta con una lista de 68 mil productos de Estados Unidos y Europa, y cada día se agregan más. Hasta el momento, la app ha sido descargada por unos 70 mil usuarios. Se puede buscar el producto por nombre o escanear el código de barras con ayuda del iPhone. Entonces aparece una lista de ingredientes y una calificación del 0 al 10 para evaluar qué tan tóxico es cada uno. También se ofrece un promedio de toxicidad del producto.
Si tal maquillaje contiene químicos dañinos, la aplicación sugiere productos similares menos tóxicos. Los usuarios pueden vincular la app con Facebook, agregar amigos, hacer recomendaciones y guardar productos en un estante virtual que también se somete a evaluación.
Nada mal que esta aplicación venga a educarnos, a mejorar nuestros hábitos de consumo. Es cierto, lo que no mata engorda, pero tampoco se trata de morir por efectos del veneno.
Fuente: Fast Company