El sudor en sí no tiene un olor desagradable, como puedes comprobarlo la próxima vez que vayas a un sauna. Pero en nuestros pies y axilas crecen bacterias que al entrar en contacto con el sudor, por la humedad, sí provocan olores. Hay debates sobre si los antitranspirantes, que impiden la sudoración son o no dañinos para la salud. En general estos se componen de sales de aluminio que el cuerpo puede absorber, por lo tanto no son muy recomendables.
Adicionalmente, los desodorantes en spray dañan la capa de ozono, y muchos productos cosméticos utilizan ingredientes no tan deseables o hacen pruebas en animales. Entonces, ¿por qué no hacer un desodorante en casa? Esta es también una solución ideal para aquellos con piel hipersensible y con tendencia a irritarse. ¡Toma nota de la receta!
Necesitas:
- 25 ml de alcohol a 90º (o de un vinagre natural muy suave)
- 25 ml de agua de rosa, lavanda o romero
- 10 gotas de aceite esencial de salvia
- 30 gotas de aceites esenciales antiscépticos de tu elección (lavanda, menta suave, romero, eucalipto o tea-tree)
Para preparar el desodorante, vierte el alcohol o vinagre en un recipiente para spray. Agrega los aceites esenciales, agita muy bien y termina incorporando el agua de rosas.
Toma en cuenta que no debes utilizar aceite esencial de romero si estás embarazada, ya que es considerado abortivo. Evita aplicar sobre las axilas irritadas. ¡No olvides aplicar también en los pies antes de ponerte zapatos cerrados!
Para la piel irritada, otra excelente opción es el alumbre. Se trata de un cristal (es una sal en realidad) que se vende en forma de barra de jabón o tubo en tiendas naturistas y farmacias. Basta con pasarla una vez al día por las axilas humedecidas con agua para que calme la irritación y elimine bacterias. Sin embargo, algunos lugares venden una versión sintética (ammonium alum), que es un residuo químico. Fíjate que estés comprando la natural, debe especificar su nombre en latín: potassium alum. Hay quien utiliza también bicarbonato de sodio.