Suelo evitar aquellas tarjetas de Navidad que están atiborradas de muñecos de nieve, santacloses, renos y paisajes nevados. Con un icono es más que suficiente, pienso. Pero las tarjetas en sí, como concepto, me encantan.
Además, creo que no se necesita abusar del color para lograr un buen resultado. Con un solo color basta. Cada vez que se acerca el fin de año, y con especial énfasis últimamente, tengo un crush con el dorado: lo quiero en mi ropa, en mis uñas, en mis accesorios. Decido ponerlo también en mis tarjetas Navidad.
Me encontré con estas tarjetas DIY en This Fashion Is Mine y pensé que podrían interesarles: son fáciles de hacer y se ven monas porque son básicas. No se necesita ser dibujante ni diseñador para hacerlas.
Material
- Papel liso, grueso, de buena calidad, en pliegos o en hojas
- Papel para envolver regalos navideños, color dorado
- Listón negro o verde oscuro
- Pegamento
- Pinzas o clips de papelería, parecidos a las pinzas para colgar la ropa
- Marcador negro
¿Cómo hacer las tarjetas?
Primero hay que cortar el papel en unidades del mismo tamaño, según el tamaño que hayamos elegido para nuestras tarjetas, y luego cortar unidades ligeramente más pequeñas.
Sobre las más pequeñas va el diseño. Éste es fácil de hacer: se cortan figuras geométricas básicas, sobre el papel dorado, y se pegan sobre el papel. Triángulos para formar pinos, círculos para formar coronas, campanas súper sencillas. Se trata de apelar al minimalismo. Menos es más.
Luego, con una linda caligrafía, se puede escribir un mensaje en la parte de abajo. Finalmente hay que amarrar listones a las pinzas y pegar éstas en las unidades más grandes de papel.
¿Qué les parece? ¿Verdad que es fácil? Por supuesto que es más fácil comprar tarjetas impresas, pero éstas tienen más encanto, y siempre es muy divertido tomarse una tarde para hacer tarjetas de Navidad.