La tendencia del color sobre color está por todas partes, basta con prender la TV para ver como todas las tiendas de retail la han adoptado para sus nuevas colecciones. Los grandes diseñadores también han incluido entre sus looks variadas prendas que combinan mezclando colores fuertes que no pasan desapercibidos.
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¿Pero de dónde viene esta tendencia? ¿Qué significa? Estas preguntas se hicieron en S moda -revista femenina de El País de España- y llegaron a una teoría bastante interesante que me gustaría compartir con ustedes.
Según la investigación realizada por Inmaculada Urrea en la edad media solo la aristocracia vestía de colores, con telas, estampados y hechuras excéntricas y opulentas. Ellos querían destacarse en la corte. Por otro lado las clases pobres vestían de tonos sobrios y oscuros.
El tema del color tiene un significado bastante interesante que es el de llamar la atención, diferenciarse y destacar, cosa que al extrapolarlo al mundo moderno podemos entender que esta tendencia está directamente ligada a la competencia propia de la época contemporánea.
Todos queremos figurar de alguna manera, lo mejor es hacerlo gracias a nuestros talentos pero si a eso le agregas una pequeña ayuda en términos de imagen claramente ayuda a acelerar la obtención del objetivo.
Un punto que me llamó mucho la atención es el que explica el por qué del reinado del negro en la sociedad. Esto se debe al triunfo de la burguesía sobre la monarquía luego de la Revolución Francesa. Con esto queda claro que la moda no solo es un tema superficial como muchos opinan; está completamente en línea con los hechos históricos y el desarrollo de nuestra sociedad.
Según el artículo de S moda, a partir de ese momento los hombres dejaron de preocuparse por la moda y esta se convirtió en un menester exclusivo de las féminas que comenzaron a buscar colores y formas llamativas para destacarse -y seguramente conseguir un esposo-.
Hoy luego de cientos de años volvemos a perseguir la idea de la diferenciación en un mundo lleno de competencia y juego de egos. El colorblock que vemos actualmente busca demostrar que somos seres atrevidos, sin vergüenza del qué dirán y que a toda costa debemos demostrar que somos distintos. El problema es que al convertirse en una tendencia veremos a muchas mujeres y hombres en la calle queriendo lograr lo mismo con una fórmula que se agota y que rápidamente se convierte en un símbolo, no de alternatividad e identidad, sino en un uniforme colorido que difícilmente logrará la tan anhelada diferenciación.