Empatía, respeto, cuidado y capacidad de escuchar al otro. Todos estos son ingredientes indispensables para las relaciones y forman parte de la responsabilidad afectiva que las personas debemos tener para establecer vínculos sanos.
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Puede que todo esto suene simple, sin embargo para quienes no crecen con estas ideas resulta muy complicado lograr que sus relaciones sean positivas.
Es por eso que, como madres, es muy importante que criemos a niñas con estas emociones sanas que las ayudarán a tener excelentes vínculos con familiares, amigos y futuras parejas.
Sabemos que la crianza es todo un reto, está llena de obstáculos y no es perfecta, pero la buena noticia es que educar con responsabilidad afectiva siempre será una experiencia con resultados positivos, pues la primera relación sana será contigo y su familia.
Esto implica que lograrán una relación de madre e hija lleva de aspectos positivos.
Toda buena relación está basada en tres aspectos fundamentales: el respeto, la confianza y la honestidad.
Por esta razón es que debemos demostrar que, como madres, tenemos la autoridad pero también la gentileza para crear un lazo emocional con nuestras hijas.
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Así que lo primero que debemos demostrar es que ellas puedan expresarse libremente, sin miedo a represalias por sus errores.
Además, es importante dejarles claro que tus emociones también están presentes y ellas pueden escucharlas.
La responsabilidad afectiva empieza en casa
La comunicación con empatía es clave
Ponernos en el lugar el otro es algo completamente necesario, nuestras hijas están en una etapa de descubrimiento, para ellas todo es nuevo.
Manifiéstale que tratas de ponerse en su lugar y enséñale que esto es una herramienta para la comunicación con todas las personas.
Nunca debemos suprimir las emociones para desarrollar responsabilidad afectiva
El lado emocional es fundamental, deben expresar sentimientos siempre que sea necesario, decirle y demostrarle a tu hija que la amas.
Además, es crucial expresar las molestias con palabras adecuadas y respeto.
Respetar las diferencias y llegar a acuerdos
Explícale a tu hija que no siempre estarán de acuerdo en sus ideas, pensamientos y decisiones, pero siempre existirá la posibilidad de llegar a acuerdos en los que ambas respeten ciertos límites.
Siempre será necesario explicarle que esto es posible con todas las personas que también poseen responsabilidad afectiva, de lo contrario podría ser tóxico.
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