En la infancia el miedo es un proceso natural, lo importante es que los padres ayuden a superarlo con amor.
El niño en su desarrollo experimenta emociones a través de las experiencias que vive a diario, unas son muy buenas y otras le pueden dejar una impresión de susto. Aunque en la infancia los miedos son normales, es importante que como papás puedas validar la emoción y no minimizar para que puedan enfrentar los miedos y puedan superarlos lo más rápido posible.
En estos procesos de cambio el niño necesita unos padres amorosos, pacientes y orientadores, que sean capaces de entenderlo sin juzgarlo o disminuir su emoción, por el contrario que sean capaz de ayudarlo a vencer ese obstáculo que no le deja montar bicicleta, dormir con la luz apagada, quedarse solo en una habitación o ir al colegio.
La validación de la emoción es clave para entender lo que pasa, entonces, cuando tu hijo exprese que tiene miedo a algo es importante que consideres su situación.
No te burles de sus miedos ni de cómo reacciona ante esta situación.
No lo regañes por tener miedo.
No lo obligues a enfrentarse bruscamente a sus miedos eso lo pondrá peor.
No lo compares con otros niños de su edad, recuerda que cada niño es diferente.
No le recuerdes constantemente sus temores, respeta su sentir, sino pudiera generarle más angustia la situación.
Olvídate de usar sus temores para lograr que te haga caso
Ahora bien, teniendo claro el sentimiento y la forma de abordarlo, te traemos en esta nota 4 frases claves que ayudarán a tu hijo a superar el miedo. Lee con atención, también te puede dar idea de crear tu propia frase, considerando que conoces mucho más a tu hijo.
4 frases para ayudar a tu hijo a superar el miedo
Entiendo que esto te de miedo, pero tranquilo hijo estoy contigo. Junto lo lograremos.
Qué te parece si dibujas lo que te da miedo y así puedo entenderte mejor y ayudarte a manejarlo con éxito.
Te entiendo, esa situación también me daría miedo, pero en compañía será más fácil lograrlo.
Invítalo a jugar con historias donde pueda vencer al miedo, con paciencia, compañía y sin presión. Por ejemplo, a través de juego ayúdale a ver las razones por las que puede estar seguro. Ejemplo: mira, el perro no te puede hacer nada porque está amarrado, el ladra porque es su forma de saludar.
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