La maternidad está muy idealizada. Las mujeres que alzan la voz sobre el arrepentirse de ser madres son criticadas, así como está mal visto mostrar signos de debilidad o al menos extrañar lo que antes del bebé se tenía, cuando la realidad es que está bien sentirse así.
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Nadie debería disminuir o desestimar los sentimientos de las demás personas, porque todos en algún momento hemos sido vulnerables y las madres, no son perfectas ni superhumanas.
Tampoco son malas personas por ello ni deberían sentirse culpables. La maternidad tiene sus aspectos positivos y negativos como todo, y eso es lo que es.
Extrañar tu vida antes de la maternidad no debería hacerte sentir culpable
«Emocionalmente (la maternidad es) el resultado de un binomio perfecto de alegría y frustración en proporciones iguales. Quita la primera variable y obtendrás una película de terror; quita la segunda y obtendrás un unicornio», reflexiona la escritora Cecilia Fernández-Carnicero en un artículo de Vogue sobre el tema.
En efecto, pretender que las mujeres no pueden cansarse, quejarse, frustrarse y más durante el arduo camino que significa traer vida al mundo y educarla para hacer vida en sociedad no solo es injusto sino que además es irreal.
Sin embargo, un buen primer paso inicia por las mujeres al expresar sus testimonios honestos para crear «un acto de hermandad que empodera como madres e individuos», afirma la misma autora.
«¿Pero por qué seguimos siendo reacios a compartir estas situaciones poco ideales de la maternidad? En parte porque las mujeres acostumbramos a afrontar nuestros sentimientos negativos cuando nadie nos mira», medita en su artículo.
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Hay que hablar más de la maternidad realista
A medida que se van derrumbando los prejuicios en torno a la maternidad y la salud mental, hay que construir nuevas narrativas en las que se elimine el aire de perfección que rodea al embarazo y todo aquello que viene después.
«(Hay que) Poder hablar de las cosas, de las emociones abrumadoras, tanto si me comporto con normalidad como si lo hago a causa de las hormonas», afirma la actriz Anushka Sharma, citada en la misma pieza.
A partir de ese discurso honesto se pueden manejar las expectativas y finalmente, reducir las frustraciones, aunque igualmente seguirán siendo parte del viaje.
Asimismo, las mujeres no viven su proceso de igual manera, pero lo que sí es cierto es que independientemente de ello ninguna debería ser víctima de la presión social que quiere imponer hasta cómo deben sentirse, elevando a la maternidad al equivalente de realización femenina, cuando no lo es.
En todo caso, cuando la nostalgia de la vida anterior comienza a atacar, los expertos recomiendan evaluar cuánto tiempo estás dedicándote y a partir de ahí, intentar encontrar espacios en tu agenda para reencontrarte con tus pasiones, pasatiempos, amistades y demás conexiones con eso que anhelas.
Esto, porque muchas veces esa añoranza aparece como consecuencia del cansancio y la saturación de responsabilidades, a modo de llamada de alerta para que recuerdes que tú también eres tu prioridad.
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