Unas de las disciplinas más completas que existen en el mundo para reducir el estrés, la ansiedad, depresión y otros trastornos mentales es el yoga.
Ahora, en términos sencillos el yoga se puede definir como un conjunto de técnicas de concentración derivadas de una doctrina filosófica hindú que se practican para conseguir un mayor control físico y mental.
Lo perfecto de esta disciplina es que la pueden practicar los adultos, personas mayores y hasta los más pequeños de la casa: los niños.
Un alivio para el estrés
Debido a la pandemia del coronavirus en todo el mundo buena parte de los niños dentro de los hogares han tenido que pasar por el duro confinamiento.
Y es que una de las medidas más efectivas para evitar el covid-19 en los niños es evitando la salida a los espacios públicos, centros comerciales o parques.
Estas nuevas normas han desencadenado altos niveles de estrés entre los niños y niñas que no terminan de acostumbrarse al denominado “encierro”.
Aunque no siempre es fácil reconocer el estrés en los niños, podemos encontrar pistas cuando se producen cambios de comportamiento a corto plazo.
Otros síntomas recurrentes en los niños con estrés y ansiedad son repentinos cambios de humor, mal comportamiento, nuevos patrones de sueño o enuresis. Así como dolores de estómago y de cabeza, problemas para concentrarse y hasta bajo rendimiento escolar.
Beneficios de practicar yoga infantil
– El yoga en los niños los ayudará a potenciar el equilibrio y la concentración. La actividad le servirá para concentrarse y enfocarse.
– Asimismo, el yoga en los niños los ayuda a mejorar la flexibilidad, aumentar la fuerza y resistencia, y fortalecer los músculos. También ayuda a la coordinación, relaja la mente y favorece la conciencia corporal.
– La actividad permite además mejorar la autoconfianza en los niños, así como su autoestima y a fortalecer su conexión cuerpo-mente.
– Mediante el yoga se fomentan los buenos hábitos a la hora de sentarse, de andar, de estudiar, de practicar deporte. Esto favorecerá al niño en su rutina diaria y a reducir los altos niveles de estrés y ansiedad.
– El control de la respiración, la forma de notar como el aire pasa por el cuerpo, son formas de aportar calma, tranquilidad y paz al niño cuando se encuentra irritado.
– El yoga en los niños pequeños (entre 4 y 7 años) puede convertirse fácilmente en una montaña rusa de diversión. Cada postura se puede asociar a un animal o a un elemento natural, por lo que los niños se divertirán imitando a cada especie del mundo natural.
Tips para practicar yoga con un niño
– Lo ideal es que en la clase se encuentren pocas personas. Lo ideal es que dentro de la casa realices una sesión práctica entre tú y los hijos. Así evitarás distracciones y en ellos aumentará la concentración.
– Los niños deben vestirse de forma cómoda y la clase debe desarrollarse en un lugar tranquilo y ventilado.
– Puedes utilizar música en la clase de yoga infantil para estimular la imaginación, la creatividad y la relajación de los niños.
– Lo ideal es que cada niño utilice una colchoneta y que estén descalzos o con calcetines, esto lo hará más divertido.
– Trata de buscar a un instructor calificado para que te guíe y asesore para conocer los ejercicios adecuados y buscar formas creativas de estimularlos a los niños con juegos durante la sesión.
– Por último, la misión principal en la sesión de yoga infantil es que los niños aprendan a mantener una actitud positiva ante la vida, que sean felices, que disfruten, y que se lo pasen bien.
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