La llegada de un nuevo integrante a la familia es, sin duda, una alegría para todos. Pero, en algunas ocasiones, el primer bebé puede traer mucho nerviosismo y ansiedad a la mamá y, más aún, si ella es primeriza.
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Ahora, es importante que en toda madre primeriza la ansiedad no exceda los límites y pueda ser manejable.
Para tratar la ansiedad y que esto no se convierta en un problema a futuro la mejor recomendación es dedicarse a los preparativos de la llegada del primer bebé con anterioridad y siguiendo un esquema organizativo.
Por lo general, las madres primerizas, antes y después, del embarazo sufren ataques de ansiedad por enfrentarse a un mundo desconocido.
La mayoría de las veces las principales preocupaciones y miedos están relacionadas con el cuidado del bebé, el proceso de amamantar, cuando el niño llora constantemente, satisfacer las necesidades del pequeño o temor a que se pueda caer.
Consejos útiles
La mejor recomendación para manejar la ansiedad en las madres primerizas es tomarse la vida con calma y estar relajada, siempre atendiendo los consejos médicos.
Otros consejos útiles son los siguientes:
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– Pide siempre ayuda al entorno cercano en caso de ser necesario. Esto permitirá disminuir los niveles de ansiedad, estrés y preocupación.
– Asiste a todas las citas con el pediatra, ya que es el especialista el que podrá resolver todas las dudas y permitirá bajar los niveles de nerviosismo que tienes por ser una madre primeriza y con poca experiencia.
– Siempre aprovecha dormir y descansar cuando el recién nacido lo haga. Esto te permitirá disminuir los niveles de estrés y ansiedad, además del agotamiento físico y mental.
– Recuerda siempre mantener un pensamiento positivo y una actitud optimista; no se debe olvidar disfrutar de la experiencia de tener el primer bebé.
– El cuidado de un bebé recién nacido es muy exigente y a veces se hace muy cansado mentalmente. El ejercicio ayuda a descargar tensiones y generar endorfinas que como madre te harán sentir mejor.
– Trata de organizarte para hacer comidas saludables, te ayudarán a sentirte bien. Luego del parto, y más si hay lactancia materna, las demandas de líquido y alimento son muy grandes porque el bebé necesita mucho aporte nutricional. Mantente hidratada todo el tiempo.
Síntomas de alerta
Con la ansiedad se debe tener cuidado, y más aún si eres una madre primeriza, porque si no se trata a tiempo puede ser peligrosa.
Algunos de esos síntomas de cuidado son los siguientes:
– La ansiedad puede desencadenar un ataque. El miedo a sufrir un ataque de pánico puede afectar el comportamiento de la persona y su capacidad para desempeñarse en la vida diaria.
– La ansiedad peligrosa puede involucrar miedo, latidos cardíacos acelerados, mareos, dolor en el pecho, dificultad para respirar y pensamientos irracionales.
– Los síntomas más peligrosos al sufrir ansiedad son: cambios en la frecuencia cardíaca, tensión en la cabeza o el cuello, náuseas o diarrea, opresión en la garganta y dificultad para respirar, sensación de desmayo.
– La ansiedad persistente puede provocar otros problemas como: depresión y un trastorno de pánico severo.
– La ansiedad puede desencadenar en un consumo de sustancias nocivas para calmar el estrés o miedo, como lo son las drogas, tabaco, el alcohol u otras. Ese es uno de los síntomas más peligrosos.
Cuándo consultar al médico
– Sientes que te estás preocupando demasiado y que esto interfiere en el cuidado de tu bebé, tus relaciones y otros aspectos de tu vida.
– Si te sientes deprimida, sola, tienes problemas con el consumo de alcohol o drogas, o tienes otros problemas de salud mental junto con la ansiedad.
– Tienes pensamientos o conductas suicidas. De ser así, procura inmediatamente un tratamiento de urgencia.
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