Acariciar a un bebé es la forma más sencilla, profunda y efectiva de expresarle todo el amor que le tienes como madre.
Y es que acariciar a tu bebé de manera amorosa y no requiere de entrenamientos ni de experticia. Las caricias no tienen ningún costo o precio y se pueden brindar en cualquier lugar y momento.
Las caricias en un bebé y de parte de la madre, son además, pruebas de que el recién nacido necesita para sentir que no está solo en el mundo, que tiene mucho amor y cuidado a su alrededor.
En los pequeños, en especial, los recién nacidos las caricias van desde el contacto piel a piel, el roce de un dedo en el hombro, la frente o las manos; tocar su cara, y olfatear su barriguita.
Una extensa lista de beneficios
Según expertos, esas sencillas expresiones de amor, como lo son las caricias, brindan muchos beneficios a los infantes que están en proceso de crecimiento y desarrollo.
Estos son los principales beneficios de las caricias de la mamá a un bebé:
– Las caricias, según una investigación de la Universidad de Oxford, tienen el poder de calmar el dolor o la inquietud de un bebé porque reducen la actividad cerebral del pequeño asociada con experiencias dolorosas.
– Las caricias también aumentan el vínculo afectivo entre la madre y bebé debido al contacto físico.
– El contacto físico con el bebé también lo ayuda a disminuir los niveles de estrés si el pequeño está llorando.
– Otros estudios científicos han revelado que las caricias afectivas en los niños pequeños estimulan su inteligencia y provocan sentimientos positivos.
– Asimismo, las caricias maternales aportan bienestar, afecto y unión entre el bebé y su mamá.
– Una caricia aporta sensación de compañía y cercanía. Es un gesto que transmite protección y fortaleza, reduciendo el dolor emocional. Las caricias propician la confianza.
– Otros de los beneficios es que contribuyen a desarrollar su autoestima, brindan tranquilidad y confianza y, también, mejoran el estado de ánimo de los niños.
– Las caricias favorecen la producción de oxitocina, provocando en los niños bienestar y tranquilidad. La oxitocina es la hormona de la felicidad y tiene la capacidad de actuar sobre el cerebro y los músculos. Promueve la relajación del cuerpo y los sentimientos de paz, tranquilidad, bienestar y confort emocional.
– Las caricias en los niños también funcionan para estrechar lazos y demostrarle al pequeño el amor que sientes por él sin la necesidad de usar las palabras.
– Los bebés que son acariciados a menudo tienen más facilidad para abrirse a los demás y es más probable que tengan la capacidad de consolar a otras personas que se encuentren tristes.
¿Cómo acariciar a tú bebé?
Caricias relajantes
Este tipo de caricias son una opción excelente para calmar a tu bebé cuando está ansioso o llora demasiado. Para ello, coloca a tu pequeño boca abajo sobre una manta cómoda, frota bien tus manos para que entren en calor y empieza masajeando la espalda del bebé con movimientos suaves y ascendentes, pero sin presionar la columna.
Luego, coloca a tu bebé boca arriba y repite el procedimiento en el abdomen, pero realizando movimientos circulares.
Caricias para aliviar tensiones
Las caricias en la cara o el rostro del bebé se deben realizar en la zona de las mejillas, posando nuestras manos y haciendo suaves movimientos circulares.
Este masaje y tipo de caricia puede aliviar tensiones en la zona de la mandíbula así como molestias provocadas por la dentición.
Caricias para su desarrollo
Este tipo de caricias estimulan el desarrollo y crecimiento de los bebés.
Coloca a tu pequeño sobre una superficie suave y, mientras se acomoda, frota ambas manos para que se calienten.
Empieza masajeando los pies con movimientos circulares y presta atención a cada dedo para estimular el desarrollo óseo. Luego, masajea las piernas de arriba a abajo y viceversa, desde los muslos hasta el talón para activar la circulación.
Mas de este tema:
Los mejores juguetes para un niño menor de un año
Ideas para vestir a tu hija esta navidad
Cómo enseñarle a tu hijo respeto hacia las mujeres desde pequeño para que sea todo un caballero