Durante el embarazo jamás deberá faltar en el período de gestación una alimentación rica en frutas, verduras, hortalizas, legumbres o cereales. Todos estos alimentos son perfectos para garantizar el equilibrio nutricional del bebé que está por nacer.
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Pero, incluir en la dieta ciertos aceites vegetales, como el aceite de oliva extra virgen, es una opción válida que traerá una larga lista de beneficios a tu organismo, así como al desarrollo del feto.
Un reciente estudio publicado en la Journal of Clinical Medicine reveló que seguir una dieta rica en aceite de oliva virgen extra y suplementada con verduras y hortalizas durante el embarazo, se asocia a un menor ingreso hospitalario de los niños durante sus dos primeros años de vida.
Una salud de hierro
Durante el embarazo, lo ideal es consumir entre dos y cuatro cucharadas de aceite de oliva al día. Con esas cantidades tienes garantizas todos sus beneficios sin correr el riesgo de ingerir un exceso de calorías.
Y es que consumir el ‘oro líquido’, como también se le conoce al aceite de oliva, en el embarazo es sumamente beneficio y acá te presentamos sus principales propiedades:
– Unos de los grandes beneficios del aceite de oliva y su consumo durante el embarazo es su poder para regular los niveles de colesterol. El elevado contenido de ácido oleico que tiene el aceite de oliva ayuda a regular el colesterol “malo”, a la vez que reduce notablemente el riesgo de padecer trombosis e infartos.
– Otro de los beneficios del aceite de oliva en el embarazo es su elevado contenido en vitamina E, lo que ayuda a la estabilidad estructural y funcional de los tejidos conjuntivos así como aquellos que forman parte del sistema nervioso del bebé. La vitamina E es también un poderoso antioxidante que ayuda a proteger la musculatura del bebé.
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– El aceite de oliva contiene ácido omega 3 que es fundamental para el desarrollo del cerebro y de la retina de la madre y del niño que está por nacer.
– Otro de los grandes beneficios del aceite de oliva en el embarazo hace referencia a sus efectos antioxidantes sobre la piel, lo que ayuda a evitar marcas cutáneas e incluso estrías.
– Consumir aceite de oliva en el embarazo también ayuda al correcto desarrollo del sistema óseo del feto, a través de una buena absorción de calcio y de los minerales. También tonifica y protege la piel y beneficia el crecimiento del niño.
– Los aceites de oliva, particularmente los vírgenes, son, sin duda, la mejor grasa que pueden consumir las mujeres diabéticas embarazadas y aquellas con predisposición genética a padecerla.
– El aceite de oliva beneficia al aparato circulatorio combatiendo la arteriosclerosis y al aparato digestivo previniendo el estreñimiento y facilitando la digestión y absorción de nutrientes.
Así puedes usar el aceite de oliva
El aceite de oliva se emplea para aromatizar ensaladas y verduras (crudas o cocinadas), para acompañar el pan del desayuno, el aperitivo o la merienda, y para elaborar salsas como la mayonesa, la vinagreta y el alioli.
– El aceite virgen extra se puede utilizar perfectamente en los guisos, ya que es de mayor calidad y tiene mejor sabor.
– El aceite de oliva virgen es apropiado para freír porque es estable a altas temperaturas. Los alimentos cocinados de esta manera se enriquecen con el sabor y los componentes del aceite empleado.
– Se ha demostrado que cocinar con aceites de oliva, como en los sofritos, potencia las bondades saludables del resto de alimentos, especialmente de las verduras.
– No es bueno usar el aceite para la parrilla, ya que al calentarlo se produce un proceso de hidrogenación del mismo.
– También es altamente recomendable para preparar cremas, platos de pastas, salteados de carne y marinados.
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