La maternidad te cambia por completo. Tu cuerpo pasa a ser de ese ser que crece en tu interior. Te sientes agotada, pesada y torpe; a veces no te reconoces en el espejo y te sientes ajena a esa mujer que eras antes de embarazarte.
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Por un lado, no hay sensación más mágica que las pataditas de tu bebé pero por otro, sólo te concentras en las ojeras que la falta de sueño te ha provocado. De pronto aparecen manchas en tu rostro y estrías en tus senos y tu panza que antes no tenías. Te frustras pero tratas de pensar en lo que viene.
¿Realmente así será siempre? Es decir, después del embarazo vienen otros cambios como la piel flácida, los senos caídos y las estrías que no se van. Muchas dejan de sentirse hermosas con la maternidad y pensar en lucir un atuendo sexy o hacer un baile sensual frente al espejo no es una idea atractiva.
La sociedad tiene culpa de que muchas dejemos de sentirnos deseables cuando nos convertimos en madres. «¿Qué van a decir tus hijos si te ven con esa ropa?», «ya eres mamá, ya no puedes comportarte así», «¿qué ejemplo le vas a dar a tus hijos si te maquillas o arreglas así? .
Cuanto más «sexual» se percibe a una mujer, menos se la percibe como una buena madre. Esta percepción inhibe la expresión de sensualidad de las mujeres, afecta sus relaciones y reduce su disfrute del sexo.
Adicionalmente se ha demostrado que las mujeres que son madres tienen creencias sexuales más negativas que las que no lo son lo que hace que se sientan frustradas. Muchas creen que vestirse de manera provocativa ahora que tienen hijos es «de mal gusto» y que inevitablemente serán juzgadas.
Las mujeres siempre estamos sometidas a tantas reglas que nos pesan y que distorsionan la imagen que tenemos sobre nosotras mismas. La maternidad puede ser caótica y definitivamente no es tan glamorosa como la pintan pero eso no significa que las mamás no podamos ser sexys.
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La maternidad es perfectamente imperfecta. Cada día es un aprendizaje nuevo y cada día te hará sentir algo nuevo. Habrá momentos en los que tengas que contener el llanto y otros en los que no lo puedas evitar. Momentos en los que sólo quieras quedarte en la cama, pero no lo haces porque sabes que tu bebé te necesita.
Ser una mamá sexy es posible y no, no significa que tengas que verte exactamente como Jennifer Lopez o Scarlett Johansson.
Las mamás famosas han puesto en alto la maternidad sexy y aunque muchas veces puede verse como algo inalcanzable, no lo es.
Cada una se siente sexy de diferente manera .Cada una tiene un concepto diferente de sensualidad. Pintarte con labial rojo, hacerte un corte de cabello nuevo o ponerte un juego de lencería con encaje, todo lo que te haga sentir hermosa es válido, así que ¡no dejes de lucirte!
Es hora de que las mujeres dejemos de luchar solas con estas percepciones negativas y falsas creencias. Al iromper con esto, nos liberamos. Punto.
Sé que sientes que tu cuerpo se ve diferente y ya no te sientes como tú misma. Pero créeme, ¡te ayudará! ¡Eres una mamá sexy!
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