Durante el embarazo, es común que se produzcan cambios en los senos de todas las mujeres. Algunos de esos cambios se deben a múltiples factores como el desarrollo del proceso de la lactancia, a las hormonas y el peso.
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Ahora, estos procesos pueden causar cambios físicos en los senos, sobre todo en su tamaño y talla, es por eso que debe cuidar mucho la alimentación que, además, te ayudará a prepararte para la lactancia.
Igualmente, el aumento de las hormonas y un cambio en la estructura de los pechos hacen que los pezones y pechos estén más sensibles y blandos.
Los mejores alimentos
Si estás embarazada y deseas reafirmar y cuidar tus senos, te presentamos los mejores alimentos que puedes incluir en tu dieta, los cuales te ayudarán a favorecer esa zona de tu cuerpo.
Ciruela y durazno
Estas frutas tienen antioxidantes que son capaces de eliminar las células cancerígenas. El durazno controla la producción de testosterona y las ciruelas estimulan la producción de estrógenos en el cuerpo. Consumirlas diariamente logra que los pechos luzcan más sanos.
Los espárragos
Este alimento ayuda a purificar la sangre, depurar las toxinas e incrementar la firmeza muscular de los senos. Debes saber que las verduras de hoja verde son altamente recomendadas para mejorar el tejido mamario en las mujeres embarazadas.
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Aguacate
Es uno de los alimentos que desarrolla músculo. Sus grasas son buenas y balancea los niveles de colesterol HDL. Contiene en su mayoría Omega 3 y vitamina E.
Col morada
Las hojas de col se utilizan para reducir la hinchazón de las mamas y aliviar el dolor y el malestar a causa de amamantar al bebé. La col morada también posee propiedades antiinflamatorias.
Té verde
Este producto es rico en polifenoles y antioxidantes. Algunas investigaciones han indicado que el consumo de té verde puede tener la capacidad para ayudar a prevenir el cáncer de mama.
Principales cambios en los senos
El pecho es una de las partes del cuerpo que más variaciones sufre a lo largo del embarazo. Estos son sus principales cambios:
– Tamaño: A principios del embarazo, se acumula grasa en los senos y las glándulas mamarias aumentan de tamaño. Durante los tres primeros meses de embarazo, seguirán aumentando preparándose para la lactancia.
– Picazón y estrías: Al incrementar su tamaño considerablemente, es muy común que aparezcan estrías y que se sienta picor en la zona del pecho.
– Venas más grandes: El volumen de sangre de la futura madre aumenta hasta un 50%, lo que puede provocar que las venas del pecho se vuelvan más azuladas.
– Cosquilleo: Durante el embarazo se produce una mayor cantidad de hormonas femeninas en el cuerpo como prolactina, oxitocina, hormona lactógena placental y luteinizante. Es por eso que los senos se vuelven más sensibles al tacto y se produce el cosquilleo.
– Pezones y areolas: Se vuelven más oscuros y sensibles, pero es algo común y nada de preocuparse. La piel que rodea a los pezones también se torna más oscura y crece. Las pequeñas glándulas de la superficie de las areolas se elevan y se tornan irregulares.
Tips para tener unos senos saludables
– Tener una buena alimentación es clave para que la salud y tu cuerpo estén en buen estado. Las frutas y las verduras contienen altos niveles de vitamina y ayudan a la prevención temprana del cáncer de seno.
– Puedes realizar masajes con agua fría. Esto es muy beneficioso para la piel, además de ayudar a tonificar, también ayuda a que tengas una mejor circulación en tus senos.
– Debes hidratarte con frecuencia. Es recomendable que consumas agua a diario y utilices cremas que favorezcan el tejido mamario.
– Para fortalecer los pechos, sobre todo los pezones, se aconseja la exposición al sol y al aire, de vez en cuando pero por poco tiempo, sólo unos minutos.
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