Nos hemos acostumbrado a ver el lado romántico y glamoroso de la maternidad. Las redes sociales, las series y las películas nos dicen que ser mamá es algo hermoso, que los hijos son una bendición y que una vez que entiendes cómo cambiar pañales, tienes la vida resuelta.
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Sí, para muchas mujeres la maternidad lo es todo pero es un hecho que para ninguna es fácil.
La maternidad no sólo se trata de ser una mamá amorosa que canta canciones de cuna, es un trabajo pesado que muchas veces es subestimado.
El simple hecho de llevar una vida en tu interior es agotador y parir es otro dolor. Todo vale la pena pero eso no quita la energía¡ que implica.
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Una madre es una mujer fuerte por dónde se le vea. Pareciera que nunca se tambalea. Desde que nacen sus retoños, deja de dormir y de pensar en lo que ella necesita para darles la mejor vida posible a ellos.
La fatiga es la respuesta normal del cuerpo al esfuerzo físico pero para una madre no hay imposibles y sin importar que sus ojos se cierren por no haber dormido lo suficiente, ella tiene todo listo para que sus hijos tengan un día perfecto.
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Pero la fatiga de mamá es real. Institutos Nacionales de Salud (NIH) lo describen como un tipo distinto de fatiga, con síntomas específicamente relacionados con el papel de la crianza de los hijos. Las madres, en particular, tienden a experimentar agotamiento relacionado con el embarazo, la depresión posparto y las responsabilidades continuas de la crianza de los hijos.
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La fatiga de mamá es una forma de agotamiento que ocurre como resultado de sentirse abrumada física y emocionalmente con respecto a la maternidad. Una madre agotada a menudo experimenta temores relacionados con no ser lo suficientemente buena, renunciar al control y perder el sentido de sí misma.
El significado de ser mamá es prácticamente infinito. Una madre es protectora y entregada en cuerpo y alma a sus hijos. Pero desde que se encuentran en el vientre, no hay manera de tener un respiro. Pero una madre es un humano desinteresado y amoroso que debe sacrificar muchos de sus deseos y necesidades por los deseos y necesidades de sus hijos.
Mamá es una mujer fuerte, una guerrera, porque la maternidad es una batalla que dura para toda la vida y que merece ser reconocida siempre.