¿Qué le doy de merienda a mi hijo? Claves para evitar la obesidad infantil
La alimentación de nuestros hijos es un factor fundamental para su sano desarrollo. La rutina diaria y el desconocimiento nos pueden llevar a fomentar en ellos malos hábitos, que podrían impactar en su bienestar. La merienda es una herramienta útil para fortalecer su salud, pero dejando a un lado los falsos mitos.
La experta en nutrición, Beatriz Montiel (@beabems), explicó a Nueva Mujer que:
“Una merienda perfecta es aquella que nos brinda nutrientes de calidad y no aquella que solo aporta calorías vacías, es decir: calorías de mala calidad con escaso aporte de vitaminas minerales, proteínas y grasas buenas”
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Explica un poco de la dieta infantil
La doctora asegura que una buena porción de fruta será mucho más nutritiva que una galleta de chocolate. ¿Por qué?:
“Mientras que la galleta es una bomba de grasas trans y azucares refinados, que pueden ser gloriosas a nuestro paladar, las frutas son una bomba de vitaminas, antioxidantes y excelente fuente de fibra en la mayoría de los casos”.
De hecho, recomienda acompañarlas con frutos secos, ya que estos alimentos son ricos en lo que denomina grasa buena. Además recuerda la necesidad de consumir agua con regularidad, pues “con un clima caluroso es muy importante tomar agua para ayudarnos a estar hidratados”.
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Meriendas sanas desde temprano
Montiel aconseja a los padres que -desde muy temprana edad- den a sus hijos meriendas sanas:
“Los cereales o galletas dulces son opciones muy cargadas de azucares, que a la larga van a contribuir a una obesidad temprana y, por ende, aumentan el riesgo de enfermedades endocrino metabólicas como la diabetes o enfermedades cardiovasculares”.
Otras opciones a incorporar a esos refrigerios pueden ser un sándwich, con alguna proteína, y yogurt. La especialista invita a ser creativos y jugar con los gustos de los niños, pero con el objetivo de crear en ellos prácticas saludables que incorporen sin mayores traumas a su día a día.
Con información de Celalba Yamarte
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