Proteger a los hijos es algo natural e instintivo, sin embargo, todo tiene su límite, pues es fundamental que los niños aprendas a defenderse en la vida con el apoyo de los padres y no con los actos que le indiquen sus padres. El exceso de atención y protección a tu hijo puede convertirse en un factor negativo para el desarrollo de su personalidad. Puedes criarlos inseguros, incapaces de tomar decisiones en su futuro y con problemas para la socialización.
Explica la psicopedagoga Idelmary Morales que la sobreproducción suele ser más común de lo que se cree, y suelen ser la mamá quien la ejerce con más frecuencia. “Hay que ser sumamente cuidadoso para que la sobreprotección no se convierta en una estilo de vida y consigamos que los hijos se conviertan en hombres y mujeres inseguros.
Morales precisa los 4 riesgos más comunes de la sobreprotección:
- Niños con muy baja autoestima, asumiendo que no podrán realizar y lograr alguna actividad si no tienen la supervisión. Y aprobación de un adulto.
- Niños temeroso y desconfiado. Con la sobreprotección, se corre el gran riesgo que el niño no tome la iniciativa de experimentar realizar alguna actividad nueva o simplemente no atreverse como por ejemplo a ir hasta un cafetín escolar para adquirir una merienda.
- La timidez obtendremos pequeños que no logran relacionarse de manera efectiva con los demás y así afectando gravemente el desarrollo de las habilidades sociales.
- El aislamiento donde se evitará el compartir con amigos y familiares. Viéndose afectado diferentes actividades como por ejemplo el juego, siendo este fundamental para el desarrollo de la personalidad de todo ser humano.