¿Qué sabe la ciencia sobre las telas y el buen dormir? Nos sorprendió descubrir que bastante. La Fundación Nacional del Sueño (FNS) de Estados Unidos recomienda asegurarse de tener una buena cantidad de sábanas (pues es probable que sea necesario cambiarlas con mayor frecuencia) y que en la habitación por la noche no se produzcan cambios de temperatura demasiado bruscos.
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La FNS también señala que puede ser apropiado adquirir la rutina de ducharse o bañarse antes de ir a la cama, para extender el tiempo de uso de las sábanas entre cada lavado y el siguiente. Pero hay más claves sobre las telas: relacionadas con las prendas que usas para dormir. Según el organismo, seleccionar las telas correctas sirve mucho para lograr un sueño profundo y reparador.
La tela es clave
La elección del material es el primer paso para dormir bien en invierno. Telas como la franela, el polar o el algodón grueso permiten retener el calor corporal sin sobrecalentar ni hacerte transpirar.
La tela juega un rol fundamental para mantener una buena temperatura corporal. Un tejido suave, cálido y respirable es esencial para descansar profundamente sin interrupciones.

Partamos por tus pijamas. Un buen conjunto debe ser cómodo al moverse, sin apretar ni quedar excesivamente suelto. Hoy existen modelos tipo jogger, camisolas o conjuntos de dos piezas que no solo cumplen una función térmica, sino que también acompañan tus rutinas en casa con estilo. “Hoy en día hay opciones para todos los gustos con una gran variedad en modelos, tallas y estilos: desde diseños neutros y clásicos, hasta licencias de pijamas completos de Mafalda y Hello Kitty que suman un toque lúdico a tus noches” asegura Cristian Aimone, gerente de marketing de Intime Chile.
Pero no es lo único, también importa la tela de la ropa interior que uses para dormir. Durante el invierno, según la FNS se debe optar por prendas suaves, sin costuras agresivas ni elásticos apretados. La primera capa de abrigo debe ser cómoda, cálida y que no interrumpa tu descanso. Como “modelos en algodón, microfibra o tejidos. Los que se transforman en el must have ideal para esta temporada”, agrega Aimone.

¿Cuál es la temperatura ideal para dormir según la ciencia?
Ya sea agregando complementos, como una bata larga, unas ballerinas de polar, calcetines térmicos u otros, la ciencia también determinó la temperatura ideal para dormir.
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La temperatura ideal para dormir, según la ciencia, suele estar entre los 15 y 19 grados Celsius (60-65 grados Fahrenheit). Sin embargo, algunos estudios sugieren que para los adultos mayores, la temperatura ideal puede ser un poco más cálida, entre 20 y 25 grados Celsius (68-77 grados Fahrenheit).
El clima también jugará un rol importante en esto. Una camisola ligera para días templados, un pantalón largo de polar para noches más frías, una camiseta de algodón suave que puedas usar debajo del pijama o sola cuando la calefacción esté encendida, tener distintas opciones para armar tu look nocturno es una forma sencilla de adaptarse a cada noche. El secreto está en mezclar funcionalidad, calidez y tu propio estilo personal.

Efectos de una temperatura demasiado alta o baja
Si la temperatura es demasiado alta (por encima de los 20°C), tu cuerpo no podrá enfriarse lo suficiente, lo que interfiere con tu ciclo de sueño. Las altas temperaturas pueden hacer que te despiertes frecuentemente durante la noche.
Por otro lado, si la temperatura es demasiado baja (por debajo de los 16°C), tu cuerpo tendrá que trabajar más para mantener una temperatura adecuada, lo que puede hacer que te sientas incómodo o incluso despertarte durante la noche debido al frío.
¿Conocías estos datos?