El baile cósmico de la Luna, la Tierra y el Sol este 2024 ha sido de lo más intensos, cargados de energías y brillantes con todos los fenómenos que hemos podido presenciar hasta agosto. Lluvia de estrellas, conjunciones planetarias y un eclipse solar que fue un espectáculo que dejó a más de uno en el mundo sin aliento.
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Agosto finalizará con una alineación de planetas con muy buena vibra y septiembre nos sorprende con un nuevo fenómeno celeste que se aproxima y promete ser uno de los más impactantes del año: el eclipse lunar.
Esta temporada de eclipses ha sido una de las más emocionantes y activas en décadas. México ha sido un país privilegiado geográficamente para la observación de estos fenómenos naturales: primero el eclipse lunar, el 24 de marzo, que coincidió con la Luna de Sangre y el segundo el eclipse solar, el 8 de abril, que ha sido el más vistoso en años.
Eclipse donde la mitad de la tierra estará en penumbra
Este 18 de septiembre se prepara la bóveda celeste para el último eclipse de la temporada 2024. La madrugada de ese miércoles sucederá un eclipse lunar parcial: “Cuando la Tierra se mueve entre el Sol y la Luna llena, pero no están alineados con precisión”, según la plataforma de observación astronómica Time&Date,
Según el portal Muy Interesante, a diferencia de lo que sucedió en meses anteriores, con eclipses totales (o casi totales) de Luna y Sol, en septiembre no se tendrá la alineación perfecta. Esto quiere decir que sólo una parte de la Luna se verá eclipsada por la sombra de la Tierra.
En realidad, esto no le quita lo espectacular: al contrario, podrá verse en todo su esplendor a simple vista, sin necesidad de equipo de observación especializado.
El Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (IAOE), precisa que el fenómeno astronómico permitirá que la sombra de la Tierra cubra en un 95 % al satélite natural. Esto es casi como un eclipse total. Comenzará a las 20:00 horas y culminará hacia media noche, a las 23:40 horas.
Cómo observar el fenómeno
- Buscar un lugar elevado, como un mirador donde no estorben otras edificaciones o el cableado público.
- Lo ideal es un espacio natural, como un bosque o playa, para que la contaminación lumínica de las ciudades no intervenga con la apreciación del fenómeno.
- De no ser posible, siempre es bueno visitar algún parque silencioso, en el que se pueda observar el fenómeno sin interrupciones.
