La noche del 14 de mayo, María Eugenia y Eduardo se fueron en su carro a un parque a pasar un momento diferente, conversar y tomarse una botella de vino. Al caer la noche, el cielo se cubrió de luces brillantes entre verde y rojo intenso, un espectáculo que la pareja lo sintió como un mensaje de buen augurio.
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Lo que María y Eduardo presenciaron esa noche es un fenómeno denominado “aurora boreal”, propio de mayo, un espectáculo de color en el cielo que se han podido ver en varios países de Latinoamérica, incluyendo México.
La aurora boreal consiste en un despliegue de luces a través del cielo nocturno de la Tierra, principalmente visibles en las latitudes más altas del planeta.
Átomos de oxígeno y nitrógeno
De forma técnica, son luces que se producen cuando las partículas cargadas (radiación cósmica) colisionan con los átomos de oxígeno y nitrógeno presentes en nuestra magnetosfera, destaca la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).
Por lo tanto, “es el resultado de miles de millones de moléculas energizadas que emiten pequeños destellos de luz cuando golpean nuestro planeta, visible solo de noche y desprenden colores que hace de este fenómeno un hermoso espectáculo de luces”.
Es importante señalar que este fenómeno en realidad se llama “aurora polar”, que cuando se produce en el hemisferio norte es una aurora boreal y recibe en el sur la denominación de aurora austral.
Armonía cósmica
Fue Galileo Galilei quien las bautizó como auroras boreales, en 1619, utilizando el nombre de la diosa griega del amanecer, Aurora, y de Bóreas, el viento del Norte, precisa el portal Travel Zoo.
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Muchas culturas atribuyen a este fenómeno luminoso un gran valor, interpretándolo como una expresión de la armonía cósmica, la presencia de fuerzas divinas o incluso como un puente entre lo material y lo trascendental.
La contemplación de este evento invita a las personas a conectarse con algo más allá de lo tangible. Expertos en astrología lo consideran un portal que se abre para conectarse con la espiritualidad.
Incluso si no son visibles, pueden ser interpretadas como una conexión cósmica. Estos a menudo simbolizan procesos de renovación y transformación, representando visualmente ciclos de cambio.
Además, muchos aprovechan su energía para meditar y conectar con la naturaleza.
Así que si miras al cielo y ves luces brillantes de colores, piensa en cosas positivas y pide al Universo bendiciones de amor, prosperidad y abundancia.