Mariana compró un apartamento y emocionada se mudó para estar tranquila. Resulta que esa paz anhelada nunca llegó. Los ruidos del vecino convirtieron su casa en un infierno.
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No hay nada más desagradable que oír los ruidos que se producen en el vecindario o proceden del exterior. Hay una serie de situaciones diarias como arrastrar los muebles, hablar muy alto o gritar, el ladrido de un perro, andar con tacones o los niños jugando, entre otras, que nos afectan. Está comprobado que este impacto influye en nuestro bienestar, descanso y genera estrés.
En Mariana generó mucho estrés por meses, habló con los vecinos y se negaron a cualquier alternativa porque no estaban dispuestos a cambiar su estilo de vida. Le tocó buscar una solución, insonorizar el techo de su apartamento para no escuchar ruidos.
Tampoco vender la vivienda era factible para Mariana, así que habló con expertos y la alternativa más acertadas fue apostar por un buen aislamiento acústico.
El ruido un problema de salud pública
Según el portal Sate Mediterráneo, estudios e investigaciones han demostrado que los ruidos excesivos constituyen un gran problema para la salud pública.
Por este motivo, una de las principales preocupaciones consiste en reducir la contaminación acústica y ajustarla a los niveles que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se ha comprobado que una exposición prolongada a más de 80 dB puede derivar en una pérdida auditiva de forma permanente.
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El exceso de ruido aumenta los trastornos del sueño, crea hipoacusia, afecta al sistema circulatorio, además de crear estrés y ansiedad como le sucedió a Mariana. Para evitar que perjudique a nuestra salud, lo más acertado es buscar alternativas eficientes.
Uno de los mayores desafíos en las construcciones es garantizar el confort térmico y acústico y para ello se cuenta con técnicas y materiales con excelentes características para lograrlo.
Una de las técnicas más efectivas es el sistema de aislamiento térmico exterior (SATE), pues ha demostrado sus grandes ventajas para garantizar el confort acústico; sin embargo, no es la única posibilidad.
Existen otros elementos que son de gran ayuda para la insonorización con éxito y evitar estos sonidos tan molestos.
Identifica el tipo de ruido
Para elegir la mejor alternativa para aislar el ruido de los vecinos de arriba, lo más correcto es identificarlo y conocer cuál es su origen. Ya se trate de ondas, vibraciones o cualquier impacto que nos perturbe, tenemos que conocer a qué nos enfrentamos a diario.
Utilizar materiales amortiguadores
Si quieres una solución rápida, aunque no siempre es la más efectiva, es colocar materiales amortiguadores de sonido en el techo. Estas soluciones tienen la capacidad de absorber las ondas sonoras, reducir el eco de las habitaciones y minimizar el ruido molesto.
Emplear paneles acústicos
Otra manera de controlar el nivel del ruido es usar paneles acústicos en el revestimiento del edificio. Incluso una buena opción es el uso de lana de roca granulada para separar los apartamentos o estancias, si se trata de un complejo de oficinas.
El uso de estas placas es una alternativa muy acertada que ofrece interesantes beneficios en las construcciones. Un buen profesional nos podrá indicar qué tipo de material fonoabsorbente es el más adecuado para este tipo de revestimiento. En este sentido, hay dos opciones que gozan de gran aceptación por los constructores e interioristas.
- Espuma de poliuretano. Esta solución se puede colocar de manera aislada en el techo, una de las principales desventajas es la estética. Por este motivo, una buena idea es incluirla en el interior del falso techo. Es un material que reúne una serie de características, que la hacen perfecta por su rigidez estructural.
- Lana de roca. Esta es otra solución aislante que se utiliza en muchos hogares si se produce este tipo de problemática. Sobre todo, es una buena elección para sitios donde hay un alto peligro de fuego. Sin lugar a dudas, este es otro producto que bloquea la penetración del sonido exterior con resultados muy favorables.
