Todos los seres humanos profesen la religión que sea, o sean de culturas distintas siempre tenemos la curiosidad de saber que nos depara el futuro y a qué estamos destinados.
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Con la numerología no vamos a adivinar que va a pasar en los años por venir, pero si nos permite conocer nuestra personalidad y de esa manera tener claves que nos acerquen a nuestra misión de vida.
Según el diario El Clarín, la misión refleja hacia dónde vamos, qué es lo que venimos a cumplir. ¿Por qué vinimos a esta vida? ¿Qué vinimos a aprender? Es la ruta a seguir para concretar la realización espiritual y material.
Además, marca el recorrido hacia la felicidad “porque nos sintoniza con nuestro propósito superior, con lo que vinimos a aprender, automáticamente comienzan a abrirse todos los caminos: el camino del amor, el camino de la prosperidad, el camino del éxito en todas sus manifestaciones”, aseguran expertos.
El Calculo para llegar a la misión de vida
Pero ¿Cómo calculamos nuestra misión de vida? En un trabajo anterior les enseñamos que era una cuenta matemática sencilla: debes sumar todos los dígitos de tu fecha de nacimiento. Ejemplo: 12 de octubre de 1972 se traduciría a 1+2+1+0 (1+9+7+2) o 4 + (20)=24. Si el resultado queda en dos dígitos, tendrás que sumarlos, es decir, 2+4= 6, este será tu número de vida, según la numerología.
Cuál es tu misión, según tu número
Cuando ya tienes calculado el número de vida en la numerología, esto es lo que significa:
Número 1
A estas personas les toca ser “humildes y mansos de corazón”. Tienen creatividad, pero deben desarrollarla aun más, creer en sus proyectos y expresar cosas nuevas.
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Hay un elemento primordial, tiene que dejar de conformase con las cosas que ya están hechas, aprender a prescindir del facilismo para comenzar a crear y desarrollar la originalidad.
Número 2
Su misión es aprender a asociarse sin tener que depender de alguien. Además, a ser consecuentes en lo que emprenden, pero dejándose guiar.
Tienen que distinguir lo mejor y las cosas buenas para sí mismo y para su vida, lo positivo e importante de cada persona, de cada situación o relación.
Número 3
Su misión es aprender a ver las cosas de manera positiva, a darle un valor añadido a todo. También a desarrollar la confianza en sí mismos, la creatividad, la capacidad artística, a ser optimistas, felices, a expresar la alegría, a tomar la vida como un juego, con entusiasmo, pasión, júbilo, a relajarse, a dejar la rigidez a un lado y a ser flexibles.
Número 4
Viene a desarrollar la inteligencia, a encontrar la sabiduría, el sentido de la responsabilidad, a prestar servicio desinteresado a la humanidad, a realizar un trabajo constructivo, con los pies bien afirmados en la tierra que manifieste excelencia y honestidad.
Número 5
Deben ser constantes en todos los aspectos de su vida, aprender a desarrollar la flexibilidad, la movilidad interna, la versatilidad, a superar los miedos a los cambios, a aprender a utilizar con sabiduría su libertad.
Número 6
Lo más importante es que vienen con la misión de desarrollar la fe, a realizar un sendero espiritual y a compartirlo, a seguir su intuición, su sexto sentido que suele ser muy agudo.
Asimismo, a dejarse fluir con el ritmo natural de la vida y los acontecimientos sacando un hermoso aprendizaje de cada situación vivida sin prisas.
Número 7
Vienen al mundo a ser escuchados y se convierten en líderes, en oradores, en dirigentes de la actividad profesional que decidan realizar, a dirigir grupos, a exponer ideas.
También a desarrollar la compasión y la misericordia, a ser independientes y creer en sí mismos, a disfrutar y aprender de la soledad
Número 8
Desarrollan el orden y la constancia, a aprender a creer en sí mismos y en el manejo de su energía, a superar los miedos, a ser tolerantes, a ser flexibles en los criterios y creencias, a desarrollar la confianza y la inocencia curando viejas heridas, a encontrar dentro en sí la pureza, aprender a ser como niños “mansos y puros de corazón”.
Número 9
Están en el mundo para concretar cosas, aprender a terminar todo aquello que comiencen o han comenzado en otras etapas, a lograr el éxito en todo lo que emprendan, a hacer las cosas bien hechas, a ser profundos, consistentes, coherentes y, sobre todo muy constantes.