Cuando pasan cosas tan insólitas y tan particulares como lo que vivió una ecuatoriana de 26 años, Ailiz Melina Zambrano Pinargote, con su pareja, no se sabe si es la casualidad, una fuerza divina o el destino.
Dicen las abuelas que cuando unas personas se encuentran y se juntan es porque ya estaba escrito en su vida. Para Ailiz definitivamente fue así.
Ya con 9 de conocerse y casi dos años de casados, esta ecuatoriana miraba un álbum de fotos de la infancia de su esposo y descubrió una foto que la sorprendió.
El niño que miraba...
Un fotógrafo en un desfile paró a su amado para tomarle una foto y resulta que entre la multitud estaba Ailiz.
“Estábamos completamente sorprendidos, no lo podíamos creer. Nos dio miedo, felicidad, muchas emociones porque es increíble que un fotógrafo en medio de un desfile lo paró justo en ese momento donde yo parecía estarlo viendo”.
La foto muestra a un niño en un desfile, con una chica en el fondo mirando. Toda la historia suena realmente de película, pero a veces la realidad supera a la ficción.
No se conocían
Según el portal Upsol, la pareja se conoció cuando ella tenía 17 años; Ailiz había visto a su actual esposo, Pedro Pablo, en su pueblo natal.
Pero, comenta Ailiz, nunca tuvo la valentía para hablarle. Años más tarde volvió a verlo en la Universidad.
“Estaba a punto de entrar a mi clase cuando vi que Pedro estaba sentado en una banca fuera de mi clase. Cuando lo vi él me miró y en ese momento le sonreí”.
Asegura que su esposo no le habló en ese momento ni ella tampoco a él sino después que Pedro la buscó en Facebook y la agregó a la red social.
Allí empezó el contacto de la pareja y desde ese día entendieron que estaban hechos el uno para el otro.
El destino está escrito
Con el tiempo lograron tener una relación que se consolidó tiempo después cuando Pedro, entre el miedo y el amor, encontró la valentía para pedirle matrimonio. Se casaron y ya tienen un año y 10 meses juntos.
Pero fue hace pocos días que Ailiz se dio cuenta que aparecía en esa foto de la infancia de su esposo.
Sin razón aparente estaba mirando un álbum de fotografías viejas de él cuando quedó impactada al verse a ella misma en una de las fotos.
Definitivamente esa premisa de las abuelas que tu destino está escrito, encaja perfectamente con esta pareja.