Todos hemos sufrido de caries alguna vez en la vida. Es más, la mayoría de nosotros debemos visitar al dentista al menos una vez al año para arreglar alguna de ellas. El 95% de las personas padece de caries en algún momento de su vida, según indica un estudio británico citado por la revista Medicinas Alternativas.
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Por supuesto, es indispensable cepillarse correctamente los dientes, al levantarse, antes de irse a dormir y luego de cada comida, pero también son cruciales los alimentos que consumimos. ¿Por qué? Por ejemplo, cuando nuestra dieta nos provee pocas vitaminas, se producen defectos en la matriz dentaria que aumenta el riesgo de caries.
De la misma manera que algunos alimentos fortalecen el crecimiento y desarrollo de los dientes, y son necesarios para mantenerlos sanos (como el caso de la leche), algunos otros los atacan y permiten la aparición de bacterias que causan caries.
Y no se trata tan solo de los dulces y la comida chatarra, como se pensó durante mucho tiempo: los hidratos de carbono en general, cuando se los consume en exceso son los responsables de las caries.
¿Qué son los hidratos de carbono?
Los hidratos de carbono incluyen a los azúcares, la fibra y las féculas, alimentos que solemos eliminar de la dieta a la hora de combatir las caries.
Pero comer alimentos azucarados en las comidas no tiene por qué producir caries, al menos en teoría, especialmente si se lavan los dientes después de comer. Después de todo, algunos alimentos ricos en ciertos tipos de azúcares, como las frutas (que poseen fructuosa) o la leche (que contiene lactosa) no aumentan el riesgo de caries.
El problema surge cuando nuestra dieta es rica en sacarosa (el azúcar de mesa), ya que ésta aumenta el número de streptococos, y de este modo el azúcar se convierte en material soluble que agrega microorganismos a la superficie del diente.
