En líneas generales, la sociedad rechaza la idea de ir al Psiquiatra. Definitivamente es una profesión que está estigmatizada al pensar que este profesional de la medicina te va a atiborrar de pastillas que te mantendrán sedado o te va a internar en un centro de salud mental.
Lo anterior puede suceder sólo en casos extremos de demencia. Una persona con una vida común y corriente puede sentir que algo anda mal en su mente, que existe un desequilibrio y, por ello, necesita ayuda.
Realidad de la Psiquiatría
En el Portal Red Capital se expone muy bien la realidad de la Psiquiatría:
“Aunque la psiquiatría es una especialidad de la medicina dedicada al estudio, prevención y tratamiento de las enfermedades mentales y los trastornos del comportamiento humano, no significa que todos los pacientes que acuden a tratarse padezcan graves enfermedades o trastornos mentales incurables o intratables”.
“Incluso, por ejemplo, hay personas que requieren solo de una pastilla, en algunos casos de media e incluso hasta de un cuarto de píldora al día para nivelar algún desequilibrio químico en su cerebro, lo que permite compensar la función inexistente y lograr en el individuo una vida normal”, acotan en el citado sitio web.
Ir al Psiquiatra es igual que ir al Cardiólogo
No solemos verlo de esa manera, pero ir al Psiquiatra es como ir a cualquier otro profesional de la medicina. Por ejemplo, si sufrimos de hipertensión necesitamos que el cardiólogo nos recete un medicamento que tomaremos de por vida, así exactamente sucede con las medicinas que puede recetar el especialista en salud mental para lograr que su paciente tenga estabilidad en el organismo.
Para finalizar, es importante señalar que algunos especialistas piensan que los diversos padecimientos psiquiátricos no solo son originados por una cuestión química cerebral, si no también derivados de una compleja interacción de factores genéticos, bioquímicos, psicológicos, sociales y culturales.