Una familia en Carolina del Norte, Estados Unidos, decidió desprenderse de su perro después de descubrir que este presuntamente era gay tras descubrirlo montando a otro perro macho.
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Las personas, de identidad desconocida, se dirigieron a un albergue de animales para abandonarlo y ellos le encontraron un nuevo hogar rápidamente después de conocer su triste destino.
De acuerdo con el reporte de People en Español, el canino lleva el nombre de Fezco, quien fue a parar al departamento de servicios de protección de animales del condado de Stanly en Albermale.
El “perro gay” como lo tildaron sus dueños, fue adoptado por una pareja homosexual que se sintió conmovida por la discriminación que sufrió
Así que ahora Fezco, de 22 kilos, de 4 años de edad y sin una raza identificada en las actualizaciones del refugio en Facebook, se encuentran en casa de John y Steve Nichols, que prometieron darle amor y cuidado.
Precisamente, ellos le reportaron a medios internacionales que el animal se encuentra feliz y tranquilo con ellos, además de ser muy cariñoso y sociable, por lo que se adaptó fácilmente.
El caso no pasó desapercibido en las redes sociales, donde los internautas aseveraron que ni las mascotas se salvan de la homofobia y la gran intolerancia general de la sociedad, además de representar un caso de maltrato animal.
Abandonar a un animal doméstico en condiciones que puedan peligrar su vida o integridad es un delito penado y en el caso del Fezco, ahora llamado Oscar, también presentaba parásitos y no había sido castrado, por lo que le faltaba atención.
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Por otro lado, a propósito de este suceso, expertos señalaron que no se puede comparar la sexualidad de los humanos con la de los perros. En los caninos, es una práctica común y ninguno debería ser castigado por ello.
“Montar a un perro del mismo sexo puede tratarse de un juego entre ellos, un método de dominación y control para hacerse respetar e incluso suele ser algo frecuente en canes castrados o esterilizados”, reportó La Vanguardia.