Conversamos con Luisa Rojas, una guerrera del cáncer. Ha luchado contra esta enfermedad desde hace más de 3 años y desde su experiencia de vida ha creado un movimiento al que llama ‘INdestructible’, mismo con el que motiva y ayuda a muchas mujeres más a transformar sus vidas.
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Una verdadera historia de amor
Luisa llegó a Ecuador, en busca de cumplir con una promesa. Madre de 3 niñas, salió de su país después de ser diagnosticada de cáncer de mama buscando encontrar mejores condiciones para su diagnóstico médico y para su familia. Cuando dejó a sus niñas les prometió volver en 6 meses.Y fue así, Luisa desde que llegó a Ecuador trabajo desde que salía el sol hasta que se escondía en todo medio de transporte vendiendo golosinas.
“No le ponía el precio a los chupetes ni nada simplemente dejaba al corazón de cada persona y les contaba mi historia, muchos se conectaban conmigo y eso fue lo bonito de ese proceso que viví”, nos comenta Luisa.
Trabajar por su promesa era una de las principales razones pero había una mucho más fuerte que era encontrar las condiciones médicas justas para su tratamiento oncológico.
“Yo entraba a las quimioterapias mientras las enfermeras me ayudaban cuidando a mi niña y yo salía a continuar trabajando. Hice un trato con mi cuerpo tanto que ya sabía hasta que hora podía trabajar sin que llegarán los efectos del tratamiento”, nos narra Luisa.
Su plan principal era viajar hasta Perú, sin embargo, como ella dice “Dios tenía planes diferentes para mi y llegar a ecuador representó trabajo pero también un segundo hogar”.
Un proyecto de apoyo y motivación
Es difícil que las personas no conecten con Luisa. Su sonrisa irradia energía, su actitud es capaz de motivar y alentar a cualquier persona en cualquier circunstancia. Tanto así que ella decidió darle un cambio importante a su vida y utilizar su diagnóstico como una oportunidad de apoyar e incentivar a más hombres y mujeres sea cual sea su situación.
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Con el motor de su vida, sus hija, comenzó su nueva aventura “INdestructible, un emprendimiento en donde da charlas de motivación e inspiración junto a su familia. Gracias a ángeles en su camino como Luisa los llama ella fue creando las condiciones necesarias para sus hijas y para su salud.
Guerrera
Luchando contra todo pronóstico de muerte, operaciones, quimioterapias, paros respiratorios, parálisis, no acabaron ni acabarán con los sueños de está gran mujer. Sin duda Luisa es motivo de inspiración y determinación. Aún continúa con su tratamiento oncológico, nos dice estar bien sentirse bien más viva que nunca y que continuará luchando todos los días por sus hijas, por ella y por la gente que apoyó y apoya su proyecto.
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