La popular frase de “los tiempos cambian” se mantiene más vigente que nunca en torno a la crianza.
Una realidad que prevalece aún más cuando se trata del cuidado y educación de los hijos, pues no se puede pretender mantener lo aprendido de las abuelitas y las madres.
Si bien sus consejos han enseñado y ayudado a cada madre, son muchos los errores que puede llegar a cometer una madre primeriza, por lo que lo principal es no repetir los errores que cometieron los padres con los hijos.
El mundo cambió y la crianza también
El mundo se mantiene en constantes cambios, por lo que los niños van creciendo conforme a ello. Mantenerse anclado en las viejas costumbres podría afectar la infancia.
La nueva educación y formas de vida han ido dejando atrás las creencias obsoletas para darle paso a una crianza más respetuosa y abierta.
El instinto de madre se va desarrollando desde el día uno del embarazo por lo que cada una sabe lo que es mejor para sus hijos y renunciar a algunas posturas primitivas te hará mejorar.
Estas son algunas de las nuevas formas para una crianza respetuosa:
Educa desde el respeto
Lo más importante que necesita un infante es vivir en un ambiente donde crezca sano física y emocionalmente.
Para ello deberás estar atenta a su personalidad. Atrás ha quedado el mito de obediencia absoluta para abrirle paso a los otros tipos de afectos emocionales.
Dile no a al premio o castigo para que obedezca. Lo importante es establecer límites desde el amor, respeto y comunicación.
Evita separar las actividades para niños o niñas
Las actividades, colores y juguetes no tienen género así que no debes limitarlos a usar o realizar algo que le guste por simple hecho de que no sea para niño o niña.
Cada chico es libre de crear, explorar y escoger lo que quiere sin ser limitado o encasillado en un género.
Crea límites pero explícales el por qué y el para qué
Imponer límites sin dar razón alguna lo que hace es confundir y sentir frustrado al pequeño.
No es lo mismo decirles: “no te acerques al fuego porque te puedes quemar”, a plantarles un “No, porque yo lo digo”.
Hazlo sentir escuchado
La comunicación es lo más importante en una familia, que tu pequeño se sienta tomado en cuenta lo hará fortalecer su autoestima y valorar su palabra.
Por mucho tiempo se creyó que educar a los golpes era la mejor opción para criar niños educados y respetuosos, pero lo cierto es que solamente se están callando sus opiniones por temor al castigo a quien es la figura de autoridad.
Es por eso que los golpes son innecesarios, no podemos educar desde la agresión.